La evidente pérdida de poder adquisitivo del papel moneda en las familias argentinas hace que cada vez más seguido deban ser utilizados. Las monedas, prácticamente ya no tienen sentido
Según cifras que divulgó ayer el Banco Central (BCRA), por estos días ya dos de cada tres billetes en circulación son de $ 100, es decir, el mayor monto posible entre las emisiones vigentes en circulación.
Las otras cinco denominaciones que aún conviven en la calle (los billetes de 2, 5, 10, 20 y 50 pesos) se reparten el tercio restante. De esta manera se puede llegar a entender por qué algunos de esos billetes son tan difíciles de hallar o, virtualmente, han desaparecido de los cajeros automáticos.
El seguimiento de las cifras sobre circulación que periódicamente publica el BCRA permite observar que, en el último año, la masa de billetes en circulación creció de 3988,1 a 4747,9 millones de unidades, es decir, 17%.
Pero también revela que 662,3 millones de los 759,8 millones de billetes que se agregaron a la oferta, es decir, el 87,5% de los nuevos billetes que salieron, correspondieron a la mayor denominación posible.
Desde el Gobierno se niegan a emitir billetes de mayor denominación a los 100 pesos. Parte de esa negativa obedeció a la necesidad de justificar públicamente la estatización de la imprenta Ciccone y, de paso, cubrir las desprolijidades que dejó el desembarco del opaco The Old Fund, en lo que luego se conoció como el «Bodougate».
Por su parte, las monedas pasaron a ser un instrumento fuera de uso. Ya nadie las reclama cuando quedan como vuelto de un viaje en taxi y se terminaron las malas caras al supermercado chino cuando en lugar de monedas te da como vuelto un caramelo.
Fuente: Diario Hoy