Le clavó los dientes al ladrón y lo puso en fuga

Un encargado de edificio le mordió la mano a un delincuente para evitar un asalto. Los asaltantes intentaron escapar y fueron perseguidos por los vecinos, entre los cuales estaba el tenista Juan «Pico» Mónaco.

La maniobra se la dio a conocer como la “Gran Suárez” emulando al jugador del seleccionado uruguayo que debió abandonar el último mundial por las dentelladas que le aplicó a otro futbolista.

Esta vez, al parecer la práctica dentaria saltó del mundo del deporte –vale recordar aquí también cuando Tyson en lugar de boxear eligió masticarle la oreja a su contrincante-, y por qué no, de la ficción, de la mano del célebre asesino Hannibal Lecter.

La crónica policial da cuenta que en esta ocasión el encargado de un edificio mordió a ladrón para evitar robo y el tenista hincha de Estudiantes de La Plata Juan “Pico” Mónaco ayudó a detenerlo.

Los maxilares del encargado del edificio no se cerraron en la oreja del caco, sino en una de sus manos. El ladrón junto a su cómplice comenzaron a correr.

Si bien el hecho se conoció ayer, ocurrió horas antes, en un edificio situado en Sinclair 3101 de Palermo, donde los asaltantes ingresaron para cometer un robo, pero se toparon con el portero.

«La puerta estaba semiabierta, uno de ellos se mete en el ascensor principal, pero luego los dos me encararon, no tenían armas. Me quisieron meter adentro de un cuartito y empecé a pedir ayuda a los gritos», dijo el encargado del edificio, llamado Luis.

«Los asusté, porque pensé que de todas formas me iban a matar. Al gritar, uno de ellos me mete la mano en la boca. Le calcé el dedo, le agarré los dedos, lo mordí y ahí aflojó. Los empujé a los dos y los tiré al hall», sostuvo.

También contó que «uno de ellos le dice al otro: ‘matalo y vamos'». «El ladrón se mete en el cuartito, agarra un poco de plata que tenía, pero al otro le faltaba una mano, no podía agarrar nada (por la mordida) y se escaparon», expresó el empleado.

Por su parte, Carlos, el encargado suplente, aseguró que uno de los asaltantes «rompió el vidrio» de la puerta del edificio para «salir corriendo» junto al otro cómplice, tras la mordida de su colega.

Carlos confirmó que en cercanías del lugar estaba el tenista Mónaco y avisó a la Policía sobre la dirección en que se dirigían los delincuentes.

Le trataron la mano mordida en el hospital

Otro portero, de nombre Sergio, que también colaboró en el arresto, dijo que «Pico Mónaco estaba tomando algo en un local de té a media cuadra, vio que yo pasaba gritando y salió corriendo para el lado que iba el taxi».

Varios patrulleros cerraron el paso a los ladrones, logrando detenerlos, mientras que un taxista fue arrestado en un auto, bajo la sospecha de que iba a ayudar a escapar a los delincuentes.

En tanto, en poder de los hombres se encontró un revólver calibre 32, mientras que el asaltante mordido en la mano recibió atención médica en el hospital Fernández.

El hecho recayó en la comisaría 23 de la Policía Federal, con jurisdicción en Palermo.
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