Lamela hizo dos y estuvo intratable en el 3-0 de los que enfrentarán a Boca A los suplentes.Si Riquelme dice que da miedo entrenarse tan fuerte y jugar un amistoso, en River no lo escuchan. Hasta las prácticas se disputan con la intensidad de un match oficial. La de ayer no fue la excepción. Hubo 62 minutos de fútbol, una victoria del equipo que enfrentará a Boca por 3-0 y una actuación prometedora de un tal Coco Lamela.
El Negro López paró al equipo que tiene en su cabeza. Es muy similar al que terminó jugando el Apertura, aunque dispone de algunas variantes por la ausencia obligada de Buonanotte (volverá mañana de España) y el esguince de tobillo de Acevedo.
La base está. Y está Lamela, intratable, con ganas de aprovechar la libertad que tiene en su nuevo rol de doble enganche. Flotando por detrás de Affranchino y Quignón, encontró espacios y rompió el biombo defensivo de los suplentes. No es fácil tomar al zurdo en carrera. Más bien, no lo fue a los 10’ de juego, cuando marcando el paso a pura zancada le abrió la bola a Pavone y apareció como centrodelantero para cabecear el 1-0.
¿Que la diferencia era exigua? Puede ser. El nuevo 10 se había tomado una pausa, los 100 hinchas que estaban en Kimberley empezaban a bostezar y de repente, como una epifanía, una zurda volvió a sacudir la mañana. Fue Lamela con una bomba desde el borde del área. Golazo. A esa altura los suplentes, con Vega; Abecasis, Silguero, R. Funes Mori, Orban; Solari, Affranchino, Quignón, Nico Gómez; Caruso y Bou, habían perdido la brújula. Lamela seguía con el mapa del juego abierto. Fue cuestión de robar una bola desde el piso, mirar a Pavone y que el Tanque cerrara la práctica.
Fuente: Olé