La gente debió quedarse en sus casas y hoteles ante el estado de emergencia decretado en varias ciudades de esa zona del país; cancelaron más de 7000 vuelos y las oficinas públicas y las escuelas cerraron
EVA YORK.- Boston, Nueva York, Filadelfia… El noreste de Estados Unidos amaneció hoy casi paralizado. Desde anoche, ciudadanos locales y turistas se quedan en sus casas y hoteles, mientras las rutas están cerradas y los aeropuertos con actividad limitada, ante una tormenta gigante que podría cubrir con 90 centímetros de nieve una región donde viven más de 35 millones de personas.
La fuerza principal de la tormenta de nieve -a la que denominan «Juno»- comenzó a sentirse a última hora de anoche y se cree que se puede prolongar hacia las 10 hora local de hoy (12 en la Argentina), según las previsiones meteorológicas.
Habrá vientos de hasta 40 kilómetros por hora, con rachas superiores a los 100 kilómetros por hora, lo que dará una sensación de frío muy superior a la temperatura real, que en Nueva York estaba hacia la medianoche en -3 grados centígrados.
En siete estados de la zona noreste, desde Nueva Jersey hasta Maine, en la frontera con Canadá, se han declarado estados de emergencia totales o regionales. Incluyen, además de Nueva York, otras ciudades importantes, como Boston.
Varias ciudades movilizaron máquinas para retirar nieve y esparcieron sal a fin de enfrentar lo que se perfilaba como una peligrosa tormenta acompañada de viento que modificó drásticamente lo que ha sido hasta el momento un invierno sin nieve para la mayoría de las zonas urbanas del extremo noreste.
SIN AVIONES NI BICICLETAS DE «DELIVERY»
En Nueva York, desde las 23 hora local quedó interrumpido el tráfico normal en las calles de la ciudad, por disposición del alcalde, Bill de Blasio, y sólo se permite la circulación de vehículos de emergencia.
También quedó suspendido desde la misma hora el metro de Nueva York, que normalmente funciona 24 horas al día y transporta diariamente a unos seis millones de pasajeros, así como otros sistemas de transporte público, lo que impide a los neoyorquinos desplazarse por la ciudad de otra forma que no sea a pie.
Más de 7700 vuelos de llegada y salida fueron cancelados en el noreste del país y posiblemente no haya despegues hasta mañana. Las escuelas hoy no funcionaban, igual que la mayoría de los negocios, mientras que las oficinas del gobierno cerraron por completo.
«Ésta será muy probablemente una de las tormentas de nieve mayores en la ciudad de Nueva York», advirtió anoche el alcalde De Blasio.
Las medidas son tan drásticas que afectan hasta a las bicicletas de transporte de comida a domicilio, muy populares en la ciudad que, como tuvo que recordar anoche De Blasio a preguntas de los periodistas, «no son vehículos de emergencia» y, por lo tanto, tampoco pueden circular.
«Va a ser muy, pero que muy difícil caminar afuera», afirmó De Blasio. «No quiero que nadie que no lo necesite absolutamente salga afuera», insistió el alcalde.
En Boston (Massachusetts), según disposición de las autoridades, también regía una prohibición para circular por las calles en vehículo desde anoche, al igual que en todo el estado de Connecticut y en varios condados del estado de Nueva York.
LA ONU, NO; LA BOLSA, SÍ
La paralización de muchas actividades de Nueva York afectó hasta la sede de Naciones Unidas, que ayer suspendió reuniones y hoy, un acto para recordar el holocausto judío que estaba programado.
Por otro lado, en Wall Street, la Bolsa de Valores de Nueva York indicó que permanecería abierta y funcionaría normalmente hoy.
Fuente: Agencias AP y EFE-La Nación