Rosario: marchan con el cuerpo del taxista asesinado hasta la casa del gobernador

Compañeros, familiares y allegados de Hugo Camilo, baleado el jueves pasado cuando intentó ayudar a un colega, pidieron mayor seguridad frente a la propiedad de Bonfatti, donde arrojaron huevos; el gremio continuaría hoy con el paro

ROSARIO.- El dolor por la muerte del taxista Hugo Camilo se transformó en un enojo incontenible que se puso en escena frente a la casa del gobernador santafecino, Antonio Bonfatti, donde al mediodía, bajo un sol impiadoso, llegó el cortejo fúnebre, y una manifestación de taxistas, familiares y amigos de la víctima que lanzaron huevos contra el frente del inmueble, que el 16 de octubre de 2013 recibió 21 balazos.

El paro de taxistas, que se inició el sábado, cuando murió Hugo Camilo -baleado el jueves por la noche-, se extendió hasta hoy, a las 6, ya que no conformaron las propuestas ofrecidas por el Ministerio de Seguridad.

Cerca de las 11, el cortejo fúnebre del taxista muerto, que había salido de la cochería Oeste, tomó un camino poco usual para llegar al cementerio de Ibarlucea, donde Camilo fue sepultado. El vehículo gris que llevaba el féretro del hombre de 48 años iba escoltado por los familiares, amigos y medio centenar de taxis. El cortejo tomó por calle Gallo y sorprendió a los custodios del gobernador al detener el vehículo con las flores y coronas en la esquina de la casa de Bonfatti, en el cruce con Darragueira.

Allí, un centenar de personas comenzó a increpar a los tres policías que empezaron a convocar refuerzos ante la tensa situación que se vivía. El gobernador no se encontraba en su casa en el momento de la protesta. Fuentes del gobierno informaron que no realizará una denuncia por las agresiones.

El clima comenzó a complicarse cuando un grupo comenzó a tirar huevos contra el frente de la vivienda. La policía decidió cerrar el tránsito y llegó una combi de la Guardia de Infantería, pero ya era tarde. Debajo de un sol desalmado, mientras gran parte del barrio estaba sin energía eléctrica, el auto que trasladaba el féretro de Camilo quedó más de media hora en la esquina.

«No podemos vivir así. Nosotros no somos gente violenta. Somos trabajadores. Pero es muy injusto y terrible cómo mataron a mi hijo», dijo, entre llantos, la madre de Camilo. Los policías no reprimieron ni impidieron que la propiedad fuera agredida.

El crimen de Hugo Camilo generó un fuerte malestar entre sus compañeros, porque fue baleado el jueves a las 22, cuando fue a ayudar a un colega que había activado el botón de pánico a través del GPS. En el taxi que era conducido por Daniel Petta había un joven armado, que cuando apareció Camilo se bajó y empezó a disparar. Camilo iba con su hija Gisele; aceleró y se agachó para cubrir con su cuerpo a la joven. Una bala le ingresó por la espalda y le provocó serias lesiones en sus intestinos.

Otra taxista que llegó al lugar se salvó de milagro. Su automóvil recibió dos disparos. El chofer herido fue trasladado al hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, donde fue operado el viernes, pero el sábado pasado falleció.

No es la primera vez que la casa particular de un funcionario del gobierno es blanco de una protesta de taxistas, un sector complicado, atravesado por intensas internas gremiales. En octubre pasado, un grupo de choferes realizó un violento piquete -se extendió por casi dos días- que bloqueó la puerta de la casa del ministro de Seguridad Raúl Lamberto. La protesta se disparó luego de que el taxista resultara herido con un corte en un brazo en un supuesto intento de robo, que se produjo cuando los ánimos estaban «caldeados» en la previa de las elecciones del Sindicato de Peones de Taxis.

El 17 de enero del año pasado, la casa de la intendenta Mónica Fein fue blanco de un escrache por un grupo de vecinos que reclamaban por mayor seguridad. Todo el arco político del Concejo Municipal expresó su repudio a esa metodología de protesta, que ahora volvió a quedar en el centro de la escena política, en un año electoral.

Durante la mañana, el secretario de Seguridad Gerardo Chaumont explicó que «analizan cambios en el protocolo a fin de que los taxistas no vayan antes que la policía a auxiliar a un compañero ante un robo».

«No hay una inseguridad específica contra los taxistas en forma diaria y desmesurada», apuntó el funcionario. Y agregó: «Rosario es una de las ciudades que más han hecho en el país por tratar de deslindar el tema de la inseguridad en los taxistas».
Rechazo

Los choferes que se manifestaron frente a la casa del gobernador estaban disconformes con esas declaraciones. «Nos ayudamos entre nosotros porque la policía nunca llega a tiempo a ningún lugar», argumentaron. Luego, el ministro de Seguridad Raúl Lamberto advirtió que «es necesario el diálogo para avanzar en la coordinación de políticas para garantizar la seguridad». Dijo, además, que una de las medidas que se evalúan es aplicar «un monitoreo de las paradas» para controlar los pasajeros que usan el servicio.
Lo acuchillan en una pelea

Un hombre fue asesinado de una puñalada y otro resultó herido tras una pelea entre vecinos en una casa de la localidad santafecina de Villa Gobernador Gálvez, según fuentes policiales.
El hecho ocurrió anteanoche, cerca de las 21.30, en una vivienda situada en Pasaje 5 al 2900, en una villa de emergencia de esa localidad ubicada 10 kilómetros al sur de Rosario, donde residía la víctima: Ramón Horacio Arévalo, de 38 años. La policía investiga qué ocasionó el incidente entre vecinos.

Fuente: La Nacion