Al menos 30 personas murieron y otras 93 resultaron heridas este sábado tras un ataque de artillería contra la ciudad de Mariúpol, en el este de Ucrania, según datos actualizados por el Gobierno regional de Donetsk, leal a las autoridades de Kiev.
“Hacemos un llamamiento a Rusia para que ponga fia su an poyo a los separatistas”
«Ya podemos hablar de 30 muertos, entre ellos dos niños», una niña de 15 años y otro niño de aproximadamente cinco, dijo a su vez el jefe del prensa del Ayuntamiento de Mariúpol, Oleg Kalinin, a la televisión ucraniana «Hromadske.TV».
Entre los 93 heridos, algunos de ellos muy graves, en el brutal ataque contra un barrio residencial de la ciudad, la segunda más importante de la región, hay al menos otros cinco menores, según las autoridades sanitarias de la región.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció que vuelve de urgencia desde Arabia Saudí, adonde asistió al funeral del rey Abdalá bin Abdulaziz, para convocar al Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (CSND) de Ucrania.
«He ordenado convocar para mañana una reunión urgente del CSND para elaborar y poner en práctica acciones complementarias dado el vertiginoso empeoramiento de la situación en el este» del país, señala una declaración de Poroshenko publicada tras el ataque a Mariúpol.
El presidente ucraniano no dudó en cargar la responsabilidad del ataque a los separatistas prorrusos y reiteró, en un claro mensaje a la comunidad internacional, que «las llamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk deben ser declaradas organizaciones terroristas».
«La coalición internacional en apoyo de Ucrania debe hacer frente a los crímenes de los terroristas y reforzar todas las formas de presión sobre aquellos que los promocionan y apoyan», se indica en la declaración de Poroshenko.
Horas antes, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, pidió a sus socios occidentales convocar de urgencia el Consejo de Seguridad de la ONU para afrontar el ataque contra Mariúpol.
A su vez, el secretario del CSND ucraniano, Alexandr Turchínov, culpó del ataque «a los militares rusos y a los milicianos a los que controlan por completo».
Los separatistas, por su parte, niegan la autoría del ataque y acusan a las fuerzas ucranianas de disparar su artillería contra las zonas residenciales de la ciudad «para acelerar la confrontación armada».
Kerry condena ataque
El secretario de Estado, John Kerry, condenó los ataques de los separatistas pro-rusos contra civiles ucranianos y pidió a Rusia que cese «de inmediato» su apoyo a los rebeldes o aumentarán las presiones en su contra.
«Hacemos un llamamiento a Rusia para que ponga fia su an poyo a los separatistas de inmediato, cierre la frontera internacional con Ucrania y retire todas las armas, combatientes y apoyo financiero», indicó Kerry en un comunicado.
De lo contrario, la presión de Estados Unidos y de la comunidad internacional contra Rusia y sus aliados «solo aumentará», advirtió el secretario de estado, que enfatizó que Moscú «debe mostrar con sus acciones, no con sus palabras, su compromiso con los acuerdos de Minsk que firmó» el pasado septiembre.
Ban Ki-moon denuncia ofensiva
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también condenó el ataque y denunció la ofensiva lanzada por los rebeldes prorrusos en todo el este del país, que supone una ruptura del alto el fuego acordado el pasado 9 de diciembre.
«El secretario general condena contundentemente el ataque con misiles de hoy en la ciudad de Mariúpol», explicó su portavoz en un comunicado, en el que señaló que todo apunta a que los cohetes se dispararon de forma «indiscriminada contra áreas civiles».
Ello supondría, según el diplomático coreano, «una violación de la ley humanitaria internacional».
Además, Ban denunció la ruptura «unilateral» del alto el fuego por parte de los rebeldes y sus declaraciones «provocadoras» sobre la intención de hacerse con más territorios.
«Esto constituye una violación de sus compromisos bajo los acuerdos de Minsk», aprobados en septiembre de 2014, señaló el secretario general de la ONU.
Ban urgió a todas las partes a redoblar sus esfuerzos para revivir esos acuerdos y demandó la restauración de la «paz, la integridad del territorio y la estabilidad de Ucrania».
Las autoridades ucranianas señalaron hoy como responsables del ataque en Mariúpol a los separatistas y a Rusia, a la que acusan de apoyar con armas y tropas a los rebeldes y también de estar detrás de todas las decisiones que toman los sublevados.
Fuente: Univisiòn