Con su base y su estilo de juego consolidado, la Academia expuso todas las fallas de un xeneize improvisado. Pese a arrancar en desventaja por el tanto de Calleri, el equipo de Cocca mantuvo la calma y lo dio vuelta con tres goles de Bou y uno de Milito. En la primera mitad y ya abajo en el marcador, el conjunto de Arruabarrena se quedó con nueve por las inexplicables expulsiones de Erbes y Marín.
El primer partido del año demostró el por qué del 2014 de ambos. Por un lado, el último campeón del fútbol argentino, con su base ganadora y un estilo consolidado. Por el otro, un equipo que no tuvo identidad en todo el último año y que, con algunas caras nuevas, busca encontrar su camino. Así, las diferencias entre Racing y Boca quedaron marcadas en el contundente 4-1 de la Academia en el José María Minilla de Mar del Plata.
El conjunto del Vasco Arruabarrena ni siquiera supo aprovechar la ventaja antes del minuto de juego, fue un cúmulo de errores defensivos en una saga improvisada con Claudio Pérez y el juvenil Federico Bravo (habitual volante central) y, ya en desventaja, se descontroló a tal punto de terminar el primer tiempo con dos hombres menos por la expulsión de Cristian Erbes y Leandro Marín.
El equipo de de Diego Cocca, en cambio, se mostró ordenado pese al gol tempranero de Agustín Calleri y volvió a marcar la diferencia a partir de la letal dupla de ataque que conforman Gustavo Bou y Diego Milito, autores de todos los tantos de la noche marplatense. Como saldo negativo podría contarse la lesión de Centurión, quien dejó la cancha tras la dura falta de Marín que le valió la roja al jugador xeneize. Sin embargo, el golpe del volante de la Academia no sería nada de gravedad.
Fue un cotejo en el que arrancó sorprendiendo Boca, con una jugada casi de carambola, en la que Calleri sacó provecho después de un lateral de Marín para Cristian Pavón que entró en el área de Racing.
Fuente: La Razon