El campo alza su voz

En medio de la disputa bonaerense por el cobro adelantado del Inmobiliario Rural, los productores amenazan con protestas por la decisión del Banco Nación de negarle financiamiento a quienes retengan parte de la soja. Polémica en puerta

El gobierno nacional sigue sumergido en su intención de querer acabar con aquellos que alguna vez le han sido esquivos a su decisión de “ir por todo” en la Argentina. Es así que parece que no descansará hasta terminar con la resistencia que se le viene poniendo desde el campo a las decisiones tomadas por el Ejecutivo para con el sector.

Al inconveniente surgido en la provincia de Buenos Aires por el pago del Impuesto Inmobiliario Rural, se le suma ahora la decisión de la Sociedad Rural Argentina de cerrar todas sus cuentas en el Banco Nación, perjudicados por la decisión de la banca pública de prohibir el financiamiento a los productores que conserven algo de soja en su poder.

Pero no sólo la entidad que nuclea a los grandes productores está pensando en hacer eso, sino que también desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), anunciaron que tomarán la misma medida como apoyo a los productores rurales perjudicados por la decisión de la entidad pública.

La Federación Agraria, por su parte, anunció un nuevo tractorazo en Córdoba para los próximos días, que tendrá este tema como uno de sus principales reclamos al gobierno, además de pedirle al Ejecutivo que revea sus decisiones para con el campo y que de señales de acercamiento que sirvan para alivianar el complicado presente que atraviesan los productores.

Pero no es sólo el tema del Banco Nación lo que viene preocupando a las entidades que reúnen a los productores, sino que la realidad que pasan distintos puntos del país con cosechas a la baja, con fuertes subas en los suministros y las cada día mayores presiones del fisco hacia ellos, han hecho que el día a día del sector se convierta muchas veces en irrespirable.

Según estimaciones que manejan dentro de las asociaciones rurales, entre 2008 y 2014 la cadena de valor del trigo ha visto reducir su aporte al Producto Bruto Interno del 2,5 al 1,9 por ciento, cifra con la cual el sector lo contabiliza en más de 2.500 millones de dólares, lo que ha llevado a que en la Argentina se siembre cada vez menos trigo con el grave inconveniente que ello conlleva.

Una realidad compleja la que se encuentra atravesando hoy día el campo, con productores dispuestos a dar pelea en el último año de gestión K, y que esperan que quien comande la Argentina a partir de diciembre próximo esté abierto al diálogo y escuche las necesidades esenciales del sector para poder salir a adelante.

Fuente: Diario Hoy