EE.UU. se disculpó por su presencia de bajo nivel en la marcha de París

Después de recibir fuertes críticas de medios y opositores, la Casa Blanca admitió que deberían «haber enviado a alguien de un rango más alto» a la movilización, a la que asistió la embajadora estadounidense en Francia; Kerry anunció una visita para el próximo viernes

WASHINGTON.- Ni el presidente, ni el vicepresidente, ni los ministros: la extrema discreción del gobierno de Barack Obama en la multitudinaria marcha republicana contra el terrorismo del domingo último en París sorprendió y levantó críticas. Por eso, ayer, la Casa Blanca pidió disculpas y anunció un viaje del secretario de Estado, John Kerry, a París.

Ante la presión de las críticas, Kerry anunció ayer desde la India que viajaría a París el viernes, en lo que parece ser un intento de recuperarse de esa omisión. «Nuestra relación con Francia no es de un momento o de un día en particular», explicó.

«Yo fui probablemente uno de los primeros en el mundo en hablar a los franceses, en haber evocado nuestros vínculos tan fuertes con los franceses», añadió Kerry, cuya ausencia se notó especialmente en la marcha porque nunca duda en pasar por París cuando puede y donde ha estado unas quince veces desde que dirige la diplomacia estadounidense.

Ayer también, la Casa Blanca se lamentó por no haber enviado a un alto funcionario a la «marcha republicana». «Deberíamos haber enviado a alguien de un rango más alto» para que estuviera allí, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, respondiendo a las críticas.

«Si las circunstancias hubieran sido diferentes, al presidente mismo le habría gustado poder estar allí», dijo. El portavoz destacó el corto plazo entre el anuncio de la marcha y su desarrollo, así como los inconvenientes logísticos vinculados al traslado presidencial.

El ejecutivo había señalado anteriormente que Estados Unidos estuvo representado en la marcha por su embajadora, Jane Hartley.

«Orgullosa de representar [a los ciudadanos] estadounidenses hoy junto a nuestros amigos franceses de duelo», tuiteó Hartley.

El gobierno hizo hincapié en el hecho de que la Casa Blanca, así como los ministerios competentes, han estado en contacto permanente con sus homólogos franceses desde el ataque a la sede del semanario Charlie Hebdo, el miércoles.
Presentes y ausentes

Alrededor de 50 líderes mundiales estuvieron presentes en la marcha en un ambiente de recogimiento. Un millón y medio de personas expresaron en París su solidaridad con las víctimas de una serie de ataques jihadistas que dejaron 17 muertos en tres días en Francia, y casi cuatro millones en todo el país.

El presidente francés, François Hollande , estuvo rodeado por su homólogo maliense, Ibrahim Boubacar Keita, y la canciller alemana, Angela Merkel. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, caminó a unos metros del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Y Estados Unidos solo estuvo representado por su embajadora, Jane Hartley.

El Fiscal General estadounidense, Eric Holder, quien se encontraba en París para participar de una cita contra el terrorismo, no asistió a la marcha.
Críticas

«Como estadounidense, me daba vergüenza», afirmó en un artículo publicado el lunes el periodista de la CNN Jake Tapper, presente en París. «Supongo que siempre existen riesgos para un líder estadounidense que participa en un evento como este (…) de ser acusado de intentar beneficiarse de una tragedia», añadió. «Pero en Francia no fue interpretado así», añadió.

«Ustedes abandonaron al mundo», señaló en un estilo más directo el New York Daily News en su primera página, donde aparecen sobre el fondo de una gran masa de gente reunida en la Plaza de la República las caras de Barack Obama, del vicepresidente Joe Biden, de Kerry y de Holder.

Entre los políticos también hay voces que muestran su sorpresa por la extrema discreción en la presencia de Estados Unidos en una histórica manifestación en París.

«Nuestro presidente debería haber estado allí, nunca debemos dudar de estar junto a nuestros aliados», dijo el republicano Ted Cruz, un tenaz opositor de Obama.

El senador republicano Marco Rubio, quien podría al igual que Cruz lanzarse a la carrera por la Casa Blanca en 2016, dijo que el gobierno cometió «un error» al no tener una mayor representación en la marcha.

Fuente: La Nacion