Los enemigos internos de Kicillof despiden al año festejando el “vení chiquito” de Cristina

Los tres ministros que mantienen una guerra fría con el titular de Economía festejan la desautorización.

“Vení para acá, vení chiquito”. La escueta, pero contundente frase aún sigue resonando en los pasillos de la política nacional. Es que, tal como publicó La Nación el domingo, los enemigos internos de Axel Kicillof no saben cómo disimular su alegría por lo que le dijo la semana pasada Cristina Kirchner al ministro de Economía.

Sucede que para la gran mayoría, la frase esconde un reto a Kicillof por los fracasos económicos que acumuló a lo largo del año y, además, un intento de demostración de jerarquía ante la escalada de poder que fue ostentando el ministro, que se volteó, entre otros, a Juan Carlos Fábrega.

La cuestión es que, como suele ocurrir en el esquema de poder del kirchnerismo, el “vení chiquito” evidencia para muchos que el superministro, íntimo de Cristina y el hombre más importante del Gabinete nacional, hoy por hoy pasa su peor momento.

En este sentido, según pudo averiguar La Política Online, esto es algo largamente festejado por los funcionarios a los que Kicillof fue marginando con su autoritario modo de ejercer la política. Es así como, por ejemplo, muchos en el Ministerio de Agricultura, de Planificación y de Industria festejaron el reto presidencial.

“La forma en que lo llamó fue denigrante y demuestra que hay un enojo de la presidenta, quizás por las políticas económicas o por sus acciones directas”, confiesan en off the récord a La Política Online desde estas tres carteras.

Así las cosas, en el Ministerio de Agricultura, que conduce Carlos Casamiquela, fueron castigados por la toma de decisiones de Kicillof, que copó el Ministerio nombrando a su brazo ejecutor y militante de La Cámpora, Javier Rodríguez, en Emergencia Agropecuaria (la caja más jugosa).

En tanto, a principios de año, y para marcarle la cancha, Kicillof también le puso la vocera a Casamiquela: se trata de Norma Madeo que, si bien hoy por hoy tiene un rol intrascendente en el Ministerio, ocupa el cargo de subsecretaria de Comunicación Institucional.

Del mismo modo, en Agricultura algunos están muy molestos por la política triguera. Es que es ahí donde recaen los reclamos de toda la cadena triguera (ya no solo de los productores) por la ineficiente política que empezó Guillermo Moreno y que Kicillof no dudó en continuar.

En este sentido, los técnicos de la cartera del campo saben de la necesidad que hay de liberar el cepo triguero para aumentar la producción y el ingreso de divisas. Pero Kicillof lo niega sistemáticamente y habilita exportaciones a cuenta gotas generando grandes perjuicios.

De esta manera, algo parecido ocurre con la carne y la leche en los que la política kirchnerista ya demostró su fracaso. Por estos motivos, entre otros, es que los límites que le marcó Cristina a Kicillof, al menos en los pasillos de Agricultura, fueron interpretados como una señal esperada y positiva.
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