Un asaltante intentó robar en una joyería, pero el hijo del dueño lo mató de un disparo en la cabeza

Un delincuente armado con una pistola 9 milímetros intentó asaltar una joyería, pero murió al recibir un balazo en la cabeza, disparado por el hijo del dueño del local.

Antes de caer baleado, el asaltante había amenazado al joven y a su hermana con el arma de fuego que tenía en su poder, y según señalaron las víctimas del intento de asalto, incluso había «gatillado» mientras apuntaba a la mujer.

Tras el desenlace fatal, un cómplice del delincuente que estaba haciendo de «campana» logró escapar, ileso.

«Venían decididos a matar. Cuando yo grité, mi hermano reaccionó y fue a buscar el arma que estaba atrás de la caja fuerte», contó esta mañana la hermana del joven que disparó contra el asaltante y terminó matándolo de un certero balazo.

De acuerdo a fuentes policiales el ladrón muerto fue identificado como Vladimir Koraganovi, de 53 años, oriundo del este europeo, y presuntamente domiciliado en la localidad de Martín Coronado.

Koraganovi ingresó a la joyería Karin ubicada en la calle Arturo Jauretche al 1400, a media cuadra de la estación del ferrocarril General San Martín, y consultó acerca de la posibilidad de reparar una cadena de oro que llevaba en la mano.

Posteriormente, el delincuente se mostró interesado por otras joyas que se encontraban en el local, en ese momento atendido por Maggie Karin, de 36 años, y por su hermano Ignacio Javier, de 33, ambos hijos del dueño de la joyería.

Sin embargo, cuando la mujer se disponía a exhibir las gemas requeridas, el asaltante extrajo de entre sus ropas un arma de grueso calibre con la que amenazó de muerte a los presentes, al tiempo que exigía la entrega de las joyas.

«Me pidió ver otras alhajas y allí tuve sospechas de que algo estaba mal, giré para agarrar unas boletas y entonces este hombre sacó una pistola, gritándome que era un asalto», relató Karin.

Lejos de amilanarse, la vendedora se trabó en lucha con el maleante que aunque logró efectuar algunos disparos dentro del local, éstos dieron en las paredes del comercio sin lastimar a ninguna persona.

«Estaba muy asustada, pero me tiré sobre el ladrón para tratar de sacarle el arma» relató la todavía conmocionada mujer. Fue entonces cuando Ignacio, hermano de Maggie, se acercó hasta la caja fuerte del comercio para alcanzar una pistola Glock 9 milímetros con la que descerrajó un disparo sobre la cabeza del asaltante.

Posteriormente trasladado al Hospital Bocalandro de la localidad bonaerense de Tres de Febrero, el ladrón falleció debido a la gravedad de las heridas provocadas por el disparo, aunque un cómplice que oficiaba de «campana» logró darse a la fuga.

Dado que el arma calibre 9 milímetros portada por el delincuente al momento del asalto poseía la numeración intacta y no se registraba pedido de captura, fueron solicitados informes al Registro Nacional de Armas (RENAR) para avanzar en las investigaciones.

Fuente: 26noticias