Son las responsables de un aumento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Foto: Archivo – La Nueva.
Argentina se convirtió hoy en el tercer país del mundo y el primero de América Latina en legislar sobre la prohibición de las grasas trans, usadas por la industria para mejorar el aspecto y la duración de muchos alimentos, pero responsables de un fuerte aumento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Tras la reforma de la legislación que entra hoy en vigencia, cualquier alimento vendido en Argentina podrá tener un máximo de un 5% de grasas trans del total del contenido en grasas, que se sumará al límite del 2% impuesto en aceites vegetales y margarinas desde 2012.
«Las grasas trans de origen industrial son peligrosas para la salud, porque aumentan el colesterol malo y disminuyen el colesterol bueno», explicó a Efe Lorena Allemandi, directora del área de política de alimentación saludable de la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC Argentina).
Con la aplicación de la nueva normativa, que sigue los pasos de las normas aprobadas en Suiza y Dinamarca, «se estima que puede haber una reducción de 1.500 muertes anuales asociadas a enfermedades coronarias y unos 5.000 eventos vasculares menos, como infartos, anginas o accidentes cerebrovasculares», dijo a Efe el viceministro de Salud argentino, Jaime Lazovsky.
Un estudio determinó que los beneficios serán especialmente significativos en poblaciones de nivel socioeconómico más bajo, donde el consumo de grasas trans es mayor, y permitirá ahorrar al sistema sanitario argentino «hasta 100 millones de dólares en tratamientos». (EFE)