Desgarrador: tiene quince años, estaba embarazada de 8 meses pero su novio la golpeó y mató al bebé

El sueño de una chica de 15 años de convertirse en madre en los próximos días fue interrumpido abruptamente por una golpiza que mató a la beba de ocho meses de gestación y que, según la denuncia, le dio su propio novio. El jueves, cerca de la medianoche, a la adolescente le indujeron el parto para sacarle el cuerpito de la beba.

La adolescente ya no tiene con quién tener un diálogo íntimo, como cuando se acariciaba el vientre y su hija le respondía con alguna patadita. “Yo esperaba tanto a la nena. Era mi compañía. Por eso denunciaré a la médica que me revisó el sábado pasado cuando fui de urgencia al hospital Lagomaggiore llevada por mi hermano. Ella me hizo tacto y me hizo escuchar el latido de mi hija, recomendándome que me fuera de reposo a mi casa, pese a que yo le insistía que estaba perdiendo mucho líquido”.

“Estoy segura –agregó– de que si me hubieran internado en ese momento como yo pensé (les conté de los fuertes golpes que recibí en la panza) hoy mi beba estaría conmigo”.

El rostro de la chica está desfigurado no sólo por el dolor de la pérdida de la nena, que iba a nacer el 25 de diciembre, sino por los golpes que su novio, Leonardo Sebastián Bejarano Siles (18), le propinó. “Nunca le voy a poder perdonar que me matara a mi hijita”, dijo con la voz entrecortada. “Además me cortó toda la ilusión de ese hermoso regalo de Navidad que sería la nena y que ahora ya no está conmigo”.

Habla despacio. Todavía está convaleciente del parto inducido horas antes y está internada en Maternidad, en el tercer piso del Lagomaggiore. Otra vez se le llenan los ojos de lágrimas, esta vez cuando recordaba el fatídico día de los golpes en la casa de él, en Guaymallén. “Esa tarde, en un año que estábamos de novios, él se volvió loco por primera vez mientras discutíamos. Me pateó en la panza mientras me decía ‘Te voy a matar, pero no lo hago porque no quiero volver en cana’. Después al ver que yo caí al suelo me pegó trompadas en la cara. La madre de él vio todo y cuando quiso intervenir él le faltó el respeto. También estaba una tía. Yo llamé al celular a mi hermano para pedir ayuda, pero Leonardo me cortó. Sin embargo, se dio cuenta de que algo grave pasaba y vino a la casa y la madre de Leonardo no lo dejó pasar diciéndole que estábamos hablando”.

Siguiendo su relato, señaló: “El sábado fue la última vez que la sentí moverse. El domingo me parecía raro que no lo hiciera y tenía la panza dura. Yo pensé que era por las patadas, pero nunca pensé que la beba ya había fallecido. El lunes se me agrandó la panza y supuse que estaba bien”.

Logró escapar

El día del ataque, la chica se levantó del suelo como pudo debido a los fuertes dolores y le dijo a su pareja que salieran a la vereda porque se sentía mal.

Ella trató de ganar la calle porque él la tenía encerrada mientras le propinaba la feroz golpiza. Él aceptó y luego la dejó en la vereda.

Este momento fue aprovechado por la chica para irse caminando como pudo a su casa, que queda a tres cuadras.

Con su hermano decidieron ir al hospital, “porque tenía la panza muy dura y perdía líquido”, recordó durante la calurosa tarde de este viernes.

Fuente: Diario Hoy