Piqueteros bloquearon las plantas de los diarios La Nación y Clarín

Piqueteros ocuparon las plantas de impresión de los diarios argentinos Clarín, La Nación y otros, afectando a la distribución de la prensa. Políticos, periodistas y empresarios calificaron el hecho como una censura a la libertad de información.

Piqueteros identificados con pancartas de la Federación Gráfica Bonaerense ocuparon las plantas de impresión durante 5 horas el sábado, en un bloqueo que fue considerado como «uno de los más graves atentados a la libertad de prensa que se hayan registrado recientemente en el país», según la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).

Los manifestantes, que alegaron problemas sindicales, cantaron consignas favorables al gobierno, «somos los soldados del pingüino» (así era apodado el fallecido ex presidente, Néstor Kirchner), y al jefe de la Confederación General del Trabajo Hugo Moyano, e impidieron la salida y la entrada de camiones a la planta de Clarín en Barracas, hecho que afectó también la salida de La Nación, cuya planta es vecina.

Los participantes del bloqueo pidieron en su reclamo la reincorporación de delegados despedidos de Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), dependiente del Grupo Clarín, arrojaron volantes con insultos a ese diario y amenazaron verbalmente al gerente de Circulación de La Nación.

Las autoridades de Clarín aclararon que el diario «no mantiene conflictos gremiales con su personal», y que los manifestantes son «los mismos que, junto a sindicalistas ajenos al sector y a agrupaciones cercanas al gobierno bloquearon en diciembre pasado la planta de AGR».

Los medios oficialistas como Canal 7 y CN 23, cubrieron la noticia desde el primer momento. Los ocupantes de dos patrulleros de la Policía Federal presentes en el lugar no intervinieron para evitar los bloqueos.

El 2 de este mes, ante un hecho similar, un juez prohibió que cualquier persona bloquee los accesos a las plantas impresoras y ordenó que la resolución se notificara, en forma personal, a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para que tome las medidas que permitan cumplir ese fallo.

RECHAZOS. Además de señalar que los hechos son «uno de los más graves atentados a la libertad de prensa» recientes, ADEPA solicitó a «las autoridades que eviten la reiteración de hechos que impidan la distribución de los diarios».

«Obstaculizar la circulación de publicaciones constituye un delito previsto en el Código Penal y un ataque a preceptos constitucionales que sostienen el sistema democrático», afirmó el grupo, que recordó que Clarín ya había sufrido otras dos obstrucciones en treinta días.

«En una de esas oportunidades, el canciller Héctor Timerman dialogó con los manifestantes que impedían la distribución de ejemplares», recordó ADEPA, que afirmó que «la inacción estatal pone en riesgo la libertad de prensa».

Por su parte, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) señaló que el desarrollo de acciones como los bloqueos a las plantas impresoras de diarios «transgreden el ordenamiento institucional y lesionan el ambiente de tranquilidad y respeto a la actividad de las empresas necesario para el desarrollo económico y la creación de empleos».

El bloqueo a las plantas generó un enérgico rechazo por parte de la oposición política. Eduardo Duhalde, candidato presidencial por el Peronismo Federal, dijo que «todo esto se inscribe en una nueva intención del gobierno de coartar la libertad de prensa».

Por su parte, el diputado radical y también candidato Ricardo Alfonsín dijo: «No se puede afectar de esta manera la libertad. Está claro que al gobierno le interesa muy poco un derecho fundamental como este y no toma medidas para evitar que se repitan (estos actos). Hasta a veces uno tiene la sensación de que incita. No es esta la manera de resolver un conflicto gremial».

Protesta: «Es un ataque a preceptos constitucionales que sostienen el sistema».

Fuente:El País Digital