Cuando alguien tiene más dinero del que podría gastar en una decena de vidas, los caprichos se convierten en pavotes delirios.
Esto se aplica a JLo, que firmó un contrato por 25 millones de dólares (350 mil por show) con un casino de Las Vegas para presentarse durante 72 noches, y puso condiciones extremadamente banales: el personal de cocina del Casino deberá preparar a diario tarta de manzanas porque adora ese olor. Exigió tres suites que incluyan un vestidor decorado de blanco, con tres mayordomos “al tono” del vestidor y una lavandería para ella sola, aparte de la del hotel. No sea cosa que alguien crea que ella es una simple mortal, che.
Fuente: www.losandes.com.ar