“Desarrollaron una cierta inmunidad psicológica por lo que no los asusta”, destaca.
“Los argentinos se acostumbraron tanto a la alta inflación que desarrollaron una cierta inmunidad psicológica a ella. Lo han visto una y otra vez y no los asusta. Lo que podría causar que la gente entrara en pánico en otros países a los argentinos curtidos en las crisis, apenas los hace bostezar”, señala hoy el diario estadounidense The Wall Street Journal..
La publicación llega a esta conclusión tras analizar una investigación del economista argentino Luis Secco que estudió la tasa promedio mensual de inflación en Argentina desde que la democracia volvió al país en 1983. Tomó esa tasa y la anualizó para ver cómo se vería si se mantuviera durante un año bajo los últimos presidentes del banco central.
“Y la mayoría de los muchos presidentes del banco central de Argentina parecen haber sido incapaces de frenar la inflación”, aclara el artículo. Y la “inflación sigue rampante cerca de 40% anualmente”, agrega.
“Es un viejo problema para los argentinos, pero en cierta forma es más una molestia que la pesadilla macroeconómica que podría ser en otro país”, señala. Y allí afirma que “los argentinos se acostumbraron tanto a la alta inflación que desarrollaron una cierta inmunidad psicológica. La han visto una y otra vez y no los asusta”.
“Y ese podría ser parte del problema. Como la rana de la fábula que se cocina sin saberlo en la olla con agua hirviendo, los gobiernos argentinos y los presidentes del banco central e incluso algunos argentinos de a pie no sienten la necesidad de salir y bajar la temperatura. Están cómodos con las cosas como están, lo que significa, quizás, que el agua podría seguir hirviendo por muchos años más”, concluye.
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