Bogotá, Colombia – El pasado viernes 25 de octubre se realizó en la sede Nacional de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), una mesa redonda que tuvo como tema central, “la situación de los militares en América Latina hoy”.
En el encuentro, encabezado por el presidente de la Asociación, Brigadier General Jaime Ruiz Barrera, participaron el Almirante Luis Giampietri, ex vicepresidente de la República de Perú; el Coronel del Ejército Argentino Horacio Guglielmone, miembro de UnoAmérica, de la Unión de Promociones y representante de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia; el señor Fernando de la Cuadra, académico y profesor universitario de Chile y el Brigadier General Rodrigo Quiñones, vicepresidente de Acore. Los mencionados son miembros del Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia y la Libertad.
Durante su intervención, el Brigadier General Quiñones se refirió a las experiencias de los militares en América Latina, frente a la guerra jurídica y política desatada por sectores interesados en desprestigiar las Fuerzas Militares, advirtiendo que la situación es quizás más difícil en nuestro país, ya que mientras que Argentina, Perú y Chile, se habla de 2.000 presos militares e investigaciones a unos 500 o 600, en Colombia hay 4.000 detenidos y se investiga a por lo menos 15.000 hombres de la institución.
“Está más complicada la situación acá y por eso tenemos que aprovechar las experiencias de nuestros compañeros en otros países, para ver qué podemos hacer para neutralizar esa guerra jurídica y política”, precisó el oficial.
Para el vicepresidente de ACORE, lo primero que hay que hacer es identificar el problema. ¿Cuál es el verdadero problema? Y en ese sentido, dijo, “enfrentamos el problema de una manera errada”. La verdad, explicó, es que la guerra es política. El problema es político.
“Por ejemplo, la guerra jurídica, o la acción jurídica, no tendría tanta fortaleza sino estuviera metida dentro de la guerra política. La acción jurídica sola sería fácil de enfrentar, y con la verdad y el Derecho, derrotarla. Pero como está agarrada a una guerra política, eso se ha complicado”, anotó.
Dijo, además, que más importante que la guerra jurídica, es la guerra psicológica, porque la lucha busca ganar el imaginario del pueblo. Y para eso se utilizan los canales mediáticos, se infiltran los medios de comunicación y se aprovechan las redes sociales.
Explicó que de acuerdo con algunos estudios, se dice que en el campo de la guerra psicológica es donde se dan los más significativos y decisorios enfrentamientos de la subversión contra el Estado.
El vicepresidente de ACORE concluyó que para enfrentar esas acciones ser hace necesario acudir a una guerra política de igual o mayor magnitud que la realizada por los sectores adversos a la Fuerza Pública.
“Lo que debemos hacer es meternos en el Congreso de la República, hacer política, participar activamente, porque si no hacemos la política la vemos hacer, contra nosotros”, concluyó.