El horror se apoderó este miércoles de un barrio de Quilmes Oeste por el asesinato de un niño de 4 años en manos de su madre, quien también intentó envenenar a su otra nena de 12 y luego se suicidó aplicándose una inyección; hecho que rápidamente se hizo público y conmocionó a todos los vecinos de la zona.
Ocurrió en una vivienda ubicada en la intersección de las calles San Mauro Castelverde y Vélez Sársfield. Allí, una mujer de 34 años -quien había estado internada bajo tratamiento psiquiátrico- ahorcó a su pequeño y luego intentó matar a su otra hija. Según detalló la sobreviviente, su mamá le dio para tomar un jugo y ella se desvaneció. Cuando se despertó, encontró a sus familiares muertos. De esta manera, se presume que la mujer se suicidó pensando que su hija también estaba muerta.
Un testigo del hecho relató a El Quilmeño qué fue lo que observó antes de que llegue la policía. «Yo estaba jugando a la pelota en la calle y escuché el llanto de la nena, que salió a la puerta gritando por su mamá». «Ella estaba buscando a sus abuelos maternos, que viven en la casa lindera a la suya, pero no había nadie. Me acerqué para ayudarla pero no me dijo nada y se volvió a meter adentro. Estaba muy perturbada pobrecita», describió un vecino de la zona, quien aseguró que -pese a que todos sabían que la mujer tenía problemas- «nadie se esperaba este final».
Al no encontrar ayuda en la casa de al lado, la menor sobreviviente llamó a sus otros abuelos, los maternos, quienes llegaron a los pocos minutos «con una jeringa muy grande» para tranquilizar a su hija, pero al ingresar comprobaron que ya estaba muerta, al igual que su nieto.
Momentos más tarde arribó a su lugar el marido de la suicida, casi al mismo tiempo que comenzaron a llegar los patrulleros y miembros de la justicia local.
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