Los millones que cuesta mantener el relato

LANATA DENUNCIÓ LA #KULTURAALAFUERZA

Anoche, Jorge Lanata reveló gastos millonarios sin control en el Instituto del Cine e investigó las maneras en las que el Gobierno intenta imponer su visión de la historia y la actualidad, a partir de las propuestas y espacios culturales.

Por ejemplo, lo hace con los subsidios que brinda el INCAA a productoras y cineastas amigos, que los reciben y luego no rinden las debidas cuentas. Otros, presentan gastos insólitos que no tienen nada que ver con la filmación de películas. Estos subsidios están siendo investigados por la Justicia

Según el programa Periodismo Para Todos, el INCAA aumentó su presupuesto, de 66 millones de pesos recibidos en 2003, a 600 millones en la actualidad. Desde 2003 se intensificaron los subsidios a dedo, con el decreto 3-J. Sin evaluaciones de costos, sin controles y con películas que en muchos casos nunca se terminaron.

Otra forma que tiene el Gobierno de imponer su visión de la historia es a través de los edificios. El Museo del Bicentenario, el Centro Néstor Kirchner y el Polo Audiovisual son muestras de eso. Por ejemplo, en el primero, la década kirchnerista es contada como la “Recuperación política económica y social de la Argentina”.

Las estatuas y la revisión de la historia, mostrada en programas infantiles del canal Paka-Paka son otras de las estrategias. Se pusieron en duda las estatuas de Roca y Colón y se agrandó la figura de Juana Azurduy. Sarmiento fue uno de los próceres más cuestionados por el Gobierno.

“Cuando un gobierno mete mano en la historia persigue un fin político, en este caso, tener su propia historia oficial”, opinó el historiador Daniel Balmaceda. “El revisionismo dice que esto que dijeron que era bueno era malo y por culpa de ellos nos va como nos va”, explicó Eduardo Sacheri.

El Gobierno también intentó meterse en las villas para imponer sus ideas. Por ejemplo, en las villas 21 de Barracas y la 31 de Retiro. En la última se iba a hacer la Casa de la Cultura, un anexo del ministerio, pero desde que Teresa Parodi asumió en su cargo, esa obra no avanzó.

En la Villa 21 se anunció que se haría un edificio que funcionaría como la nueva sede del ministerio. La construcción está, pero no funciona como tal. Juan Romero, vecino. “Cuando ven que las papas queman, vienen a la villa”, opinó Juan Romero, vecino de la Villa 31.

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