Una chica denunció que el gasista que mató a un joven abusó de ella

Gerli, Avellaneda Es la moza de una parrilla, a la que el hombre acosaba. La víctima del asesinato se había hecho pasar por su novio.

“Me llevó a un hotel y me obligó a hacer lo que él quería. Tuve que acceder, porque de lo contrario hoy estaría muerta”, relató ayer Abril (22), la moza de la parrilla de Gerli (Avellaneda) alrededor de quien se desató la trama que concluyó con el asesinato de Miguel Angel Villalobo (28), ejecutado de dos disparos en la cabeza en la madrugada del martes. La chica denunció ayer por violación al hombre detenido como sospechoso del crimen, un cliente que se había obsesionado con ella.

Abril trabajaba en la parrilla de su hermano Nicolás. Fue allí que conoció a Miguel Angel, un habitué con quien mantenía una amistad. A su vez, el gasista Néstor Raúl Thiwissen (62) era vecino del barrio y solía ir a comer casi todos los días a ese lugar. El hombre pronto se obsesionó con la moza y comenzó a acosarla.

Para que dejara de hostigarla, Miguel Angel le propuso a Abril que se hicieran pasar por novios. “Decile que estás en pareja conmigo así no te molesta mas”, le ofreció, según contó ayer la joven. Ese fue el principio de una secuencia que en la madrugada del martes terminó de manera trágica, con el asesinato del muchacho.

Según relató la chica al canal C5N, el mismo martes ella denunció que Thiwissen abusó de ella. El hecho habría ocurrido tiempo atrás, pero por miedo la moza recién se animó a presentarse ante la Justicia una vez concretada la detención del gasista por el crimen.

Abril también dio detalles del acoso al que fue sometida por el sospechoso en este último tiempo. “ Tuve que cambiar mi número de teléfono y así y todo consiguió el teléfono de mi hermana, la llamaba y le decía que quería hablar con ella de mí, que era algo importante. También me escribió cartas, todo el tiempo pidiendo disculpas por lo que había hecho”, contó, en referencia al presunto abuso. “Rondaba todo el tiempo por mi casa, también se apareció por la casa de mi mamá. Y cuando le comenté que Miguel era mi pareja, empezó a pasar por la pizzería adonde él trabajaba”, prosiguió la joven.

La moza recordó que su calvario empezó hace unos tres meses. “Siempre se presentaba muy amable, yo sólo lo atendía como a un cliente. El me daba propina, me regalaba chocolates. Un día me ofreció un trabajo, me dio una tarjeta personal y me dijo que me comunicara con él. Se fue de la parrilla, volvió y me dijo: ‘Te hice una carga telefónica, averigüé tu número’. Ahí ya me empecé a asustar”.

En cuanto a la violación, relató: “No tengo bien clara la fecha, pero calculo que fue unos dos o tres meses atrás. El me dijo que había arreglado todo, que quería que fuera su asistente personal. Me llevó pasando Quilmes, todo el tiempo amenazándome con un arma. ‘Si no querés que te lastime, no me lastimes’, decía”. La chica, según contó, estaba por hacer la denuncia cuando Miguel le dijo que simularan ser pareja. “El trataba de evitar a este hombre, para no generar discordia. Yo me alejé de la parrilla, de este tipo, de todo eso. Miguel me contó que le había mostrado un arma y lo había amenazado. Le dijo: ‘Yo si quiero te encorcho o no te encorcho’”.

La sospecha del fiscal de Avellaneda Alejandro Rojas es que en la noche del último lunes Thiwissen y Villalobo acordaron encontrarse en algún lugar para hablar. Horas después, el joven apareció asesinado de dos disparos en la cabeza. En la tarde del martes, la Policía detuvo al gasista: llevaba una camisa manchada con sangre y tres armas calibre 22, el mismo con el que asesinaron a la víctima. En su casa encontraron un arsenal.

Fuente: Clarín