Estará a 50 kilómetros al norte de Colonia y prevé producir 1.300.000 toneladas de celulosa al año.
El presidente uruguayo, José Mujica, habilitó hoy otra planta de celulosa en el oeste del país, considerada «la mayor inversión en la historia de Uruguay», superior a la finlandesa UPM (ex Botnia), que opera desde 2007.
La habilitación aparece cuando aún no se acallaron del todo los ecos del último gran encontronazo entre ambos gobiernos a raíz de la autorización de Uruguay para que la empresa UPM aumentara su producción de pasta de celulosa.
La planta, ubicada a orillas del Río de la Plata, a menos de cinco kilómetros de la localidad de Conchillas (a 50 kilómetros al noroeste de Colonia del Sacramento, y frente una zona completamente deshabitada del Delta de Tigre), prevé producir 1.300.000 toneladas de celulosa al año, la misma cifra que fue autorizada para UPM, y que llevó al canciller Timerman a decir que llevaría nuevamente el diferendo de esa pastera para que sea dirimido por la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Este nivel de producción de Montes del Plata (fusión de la sueco-finlandesa Stora Enso y la chilena Arauco, quienes aportaron U$S 2.000 millones que llevaron a que sea la inversión privada más importante de la historia del Uruguay) podrá inclusive incrementarse en oportunidades en 150.000 toneladas, cantidad a la que la administración Mujica ya le dio luz verde.
De acuerdo a la información difundida por la empresa, la planta de Montes del Plata cuenta con 700 puestos de trabajo permanentes y es el eslabón final de una cadena de valor que involucra más de 5.000 puestos de trabajo equivalentes full time (entre directos, indirectos e inducidos) a lo largo de 11 de los 19 departamentos de Uruguay. En su conjunto, estos empleos llevan asociada una masa salarial líquida de US$ 100 millones al año. Además, cuando esté funcionando a pleno, toda la cadena de Montes del Plata sumará US$ 844 millones al PIB de Uruguay.
Mujica defendió el proyecto y dijo que «la ecología no es condenarse a la fotografía de un tiempo, sino entender que la ley más importante de la naturaleza es el cambio y el hombre puede contribuir a administrarlo».
«La humanidad recupera los desastres que hace, por eso cree en quien reconstruye, piensa, sueña y se bate a largo plazo por el porvenir», indicó el mandatario uruguayo.
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