Una mujer inocente muerta, tras una persecución desde San Isidro hasta Vicente López

Era empleada de una agencia de remises y el auto en el que viajaba fue chocado por otro conducido por delincuentes, que huían de la policía

Otra vez, en menos de un mes, una persecución que comenzó en Villa Adelina, partido de San Isidro, terminó en Carapachay, en Vicente López, con una persona muerta y otras heridas. La víctima mortal, Hilda Lazcano, de 49 años, viajaba en un remise que fue embestido por un automóvil robado y ocupado por delincuentes, que intentaban huir de la policía y de agentes municipales. Además, el conductor del auto de alquiler, identificado como Oscar Florencio, de 62 años, está internado en coma.

Todo ocurrió anteanoche a las 22, en el límite entre San Isidro y Vicente López, cuando una patrulla municipal sanisidrense observó, en Rioja y Paraná, un automóvil Peugeot 308 que circulaba de contramano y en actitud sospechosa.

El policía bonaerense, que acompaña al empleado municipal en la patrulla, dio la voz de alto, pero los ocupantes del vehículo hicieron caso omiso y comenzaron su huida.

«Luego de unas 20 cuadras de persecución, el automóvil ocupado por los delincuentes chocó en Sívori y Antártida Argentina, Carapachay, contra un Chevrolet Corsa», explicó a LA NACION el titular de la Jefatura Departamental Conurbano Norte, comisario mayor Fabián Blanco.

El auto ocupado por los delincuentes circulaba por Antártida Argentina y el remise lo hacía por Sívori, que es la continuación de Mariano Pelliza.

Los dos ocupantes del Chevrolet era compañeros de trabajo de la agencia de remises La Nueva Armenia. Florencio es chofer y Lazcano era la telefonista, explicaron a LA NACION fuentes de la investigación.

Por el fuerte impacto, la mujer, que vivía en José León Suárez, salió despedida del vehículo y cayó en el asfalto. Cuando llegaron los médicos de la primera ambulancia en arribar al lugar de los hechos, Lazcano ya había muerto.

Su compañero había sufrido severos traumatismos y hasta anoche continuaba internado en el Hospital Muncipal de Vicente López Bernardo Houssay, «Está en coma y asistido por un respirador artificial. Tal vez lo trasladen a un centro de salud de San Isidro», sostuvo a LA NACION uno de los propietarios de la remisería La Nueva Armenia.

Tras el choque, el vehículo en el que huían los cuatro delincuentes perdió el control, rompió una ligustrina de una casa de la ochava de Sívori y Antártida Argentina, y se detuvo en el patio de la vivienda donde vive Dominga, una vecina viuda.

Tres de los ladrones, dos adolescentes de 17 años y otro de 16, bajaron del automóvil con la intención de escapar a la carrera, pero el policía que los perseguía disparó un tiro contra el suelo para disuadirlos y se entregaron sin ofrecer resistencia.

El joven que manejaba el vehículo, de 20 años y con antecedentes por robo, sufrió varios golpes por el choque y debió ser trasladado a un centro asistencial, en el que permanecía internado en calidad de detenido, y fuera de peligro.

El comisario mayor Blanco explicó que el Peugeot 308 tenía un pedido de secuestro. Había sido robado en horas de la madrugada del lunes en Villa Bosch, partido de Tres de Febrero.

Se sospecha que en el momento en que fueron descubiertos por la patrulla municipal, los delincuentes estaban por cometer otro ilícito.

En el lugar del choque, la policía bonaerense se incautó de una pistola calibre 6.35, con la numeración limada, que uno de los delincuentes había arrojado desde la ventanilla.

Interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Vicente López Oeste, a cargo de Marcela Semería, y la titular del Fuero de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial San Isidro, María Angélica Sayago.

Semería imputó al joven detenido que conducía el 308, identificado como Lucas Soplan, por el delito de homicidio con dolo eventual (de Lazcano) y homicidio en grado de tentativa (de Florencio), y por resistencia a la autoridad, tenencia de arma de guerra en concurso real con robo triplemente calificado, por el robo del auto.

En cambio, Sayago entendió que, demostrado que el conductor era el mayor, los menores de edad no podían ser imputados por la huida y el posterior choque y sólo los acusó del delito del «encubrimiento» del robo del auto. Como dicho delito es excarcelable, los tres adolescentes fueron excarcelados y entregados a sus padres.

El 7 de agosto pasado sucedió una persecución similar. Todo comenzó tras una entradera en Villa Adelina y después de que un vecino llamara al número de 911 se inició una persecución que terminó a dos metros de la estación Carapachay, donde los ladrones se enfrentaron a tiros con la policía. Dos de los delincuentes murieron y un uniformado resultó herido.

BALEARON A UN CABO DEL GEOF DURANTE UN ROBO

Un cabo de 36 años que se desempeña en el Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) fue baleado anoche por cuatro delincuentes que intentaron robarle su auto, en Villa Martelli, partido de Vicente López. Según informaron fuentes policiales, el violento episodio ocurrió a las 20 cuando el suboficial de la Policía Federal salía de su casa, situada en Talcahuano al 700. A partir de la reconstrucción del hecho que hicieron los efectivos de la Jefatura Departamental de Policía Conurbano Norte, se determinó que el cabo herido habría disparado nueve balazos contra los asaltantes y habría logrado herir a uno de los ladrones. En tanto que los delincuentes realizaron al menos diez disparos contra el suboficial de la Federal, que fue herido en el abdomen, a un costado de su Peugeot 207. Al cierre de esta edición, el personal policial de las distintas comisarías de Vicente López realizaba una serie de operativos para tratar de capturar a los asaltantes que, luego de balear al cabo, huyeron en dirección a la avenida General Paz. Malherido, el suboficial del GEOF fue llevado al hospital de Vicente López, donde anoche, era operado de urgencia por la herida de bala que le comprometió el hígado. Luego de la operación, los médicos analizaban la posibilidad de llevarlo al Complejo Médico Policial Churruca-Visca, en Parque de los Patricios…

Fuente: LA NAción