Cristiano Ronaldo no asomará por Zurich su sonrisa perfecta ni su imagen del team Armani. La cita para elegir al Balón de Oro 2010 tiene como invitados a Messi, Xavi e Iniesta.
El portugués sucumbió ante el juego majestuoso de los Culé, sí, pero es una fiera sedienta de revancha en esta temporada 2010/11. El único capaz de pelearle palmo a palmo, flash a flash, la hegemonía a Leo. Si Messi es tapa el sábado por llegar a 75 goles en 79 partidos con el Barca, el domingo aparece el del Madrid y mete un hat-trick y una asistencia para afirmarse como goleador de la Liga con 23 tantos en 18 partidos. Así se mandan mensajes los dos jugadores más desequilibrantes del mundo. Se agreden con goles, triunfos y el uno-dos en una Liga que no tendrá respiro hasta que finalice.
Lo del ex Sporting, en casa frente al Villarreal, fue, otra vez, de antología. Se puso el equipo al hombro y definió con su presencia un partido que estaba bien chivo. Claro, porque el Submarino Amarillo estuvo dos veces en ventaja y el Madrid recién consiguió pasar al frente cuando apenas quedaban diez minutos de juego. Fue un 4-2 electrizante, con Cristiano Ronaldo como estandarte de un equipo que busca recuperarse del 0-5 que sufrió en el derby. El 9 empujó una debajo del arco, hizo uno de cabeza y puso el 3-2 con una soberbia mediavuelta de zurda. ¿Poco? Le regaló un pase gol exquisito a Kaká, quien volvió al Bernabeu luego de más de 330 días. Todo en medio de un Real que acumula una constelación de estrellas pero que todavía no se muestra tan sólido como equipo…
Poco debe importarle a Cristiano Ronaldo, un crack que no sólo es producto de todo el marketing que lleva consigo. Los números avalan su categoría.
Fuente: Olé