“Quieren seguridad jurídica y me proponen agarrar a los que incumplen, gritarles y desafiarlos”, contó el secretario.
Un desbordado Augusto Costa admitió que los empresarios enfurecidos por la ley de abastecimiento le sugirieron, de alguna manera, que copie los métodos de Guillermo Moreno en vez de buscar nuevas normas.
Fue al final del plenario de comisiones del Senado, cuando apeló a una anécdota para minimizar los efectos de la norma que habían denostado los empresarios durante toda la tarde.
“Algunos de los empresarios con los que me junté para discutir todo esto me dijeron que esta ley hay que derogarla. Pregunté: ¿Cómo hago si hay un abuso de posición dominante que generó perjuicio? ‘Vos tenés que agarrar, citar a los tipos, hacerlos desfilar y gritarles’. Me lo dijo un empresario que pide seguridad jurídica y previsibilidad”, se indignó.
Tal vez el joven secretario no entendió a qué se referían: su antecesor, el inolvidable Guillermo Moreno, lejos estaba de pensar en sancionar leyes para manejar a los empresarios.
Prefería recibirlos en su despacho, sin aire acondicionado, para maltratarlos mientras se acaloraban. De esas reuniones surgieron sus famosas agarradas y amenazas con empresarios, inmortalizadas en los of de récord publicados por los medios.
Sólo algunos hacían públicas sus furias y, a la parecer, a muchos les parecían atinadas, antes de que exista una ley que algún día pueda ponerlos en el banquillo.
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