Ayer se produjo la confirmación por parte del fondo buitre Aurelius, cuyo titular es Keneth Dart, en el sentido de que no hay ninguna negociación en marcha con bancos internacionales para solucionar en forma privada la sentencia del juez Thomas Griesa que favorece a los holdouts, entre ellos Aurelius, NML y 13 bonistas argentinos. Este hecho tendrá un importante efecto en los mercados hoy, ya que ayer el dólar blue cotizó a $ 13,15 y el dólar bolsa, que significa la dolarización de los portafolios de las grandes empresas y bancos vía compra de acciones que se trasforman en dólares 72 hs. después en una caja de ahorros local, estuvo a $ 12,95. Casi igual que el blue y el dólar fuga, es decir, el “contado con liqui” (llegó a $ 11,45), que se realiza comprando con pesos bonos o acciones en dólares que se cobran en la plaza de Nueva York.
Un paso más abajo
Esta tendencia hacia la dolarización que empezó el lunes seguramente se incrementará hoy con la noticia de que se pinchó la negociación con los privados, que hasta ahora era una esperanza fuerte en los mercados locales y del exterior. El cristinismo estaba contento con una supuesta mejora en su popularidad, gracias a su dureza contra los fondos buitres y porque la oposición no lo criticaba para no quedar vinculada con ellos. Y en segundo lugar, los mercados no habían caído mucho por esa esperanza de arreglo que ya se confirmó que se cayó. Y veremos ahora, si se siguen disparando los diferentes tipos de dólar, puede que la presidente cambie de opinión, como pasó en enero pasado cuando en la Casa Rosada se asustaron con la corrida cambiaria. En tanto, da la impresión de que hay que prestar atención a la llamada aceleración de los pagos totales de los bonos discount, por lo cual el gobierno tiene hasta el 30 de septiembre, cuando debe pagar el cupón del bono par. Para entonces existirá la posibilidad de aceleración de ese bono, por lo cual ahora estamos en default selectivo y sólo si se produce la aceleración y no se paga en 60 días existirá el riesgo de cross default. El problema es que la city no tiene respuestas a la opción default corto vs. default largo, aunque da la impresión de que la presidente está cómoda con esta situación de borrachera populista y con posibilidades de una reestructuración de toda la deuda performing, es decir, los que entraron al canje, con lo cual los holdouts no cobran. Pero puede haber una segunda generación de holdouts, aunque parece que al gobierno por ahora no lo asusta esa posibilidad. A todo esto, los analistas del mercado no pueden entender esta actitud de la presidente y Axel Kicillof y con la posibilidad de que Juan Carlos Fábrega, el presidente del Banco Central, sea eyectado de su cargo y que el Secretario de Comercio, Augusto Costa, ocupe ese sillón. A propósito de Costa, la nueva ley de abastecimiento impulsa una intervención en el manejo total de las empresas, completando así toda la cadena de valor. El gobierno dice que es para evitar los cierres de empresas como Donelley y Lear, que está a punto de ocurrir. Y también está el frigorífico de Ricardo Bruzzese, que quebró y dejó 300 empleados del gremio en la provincia de Buenos Aires. Con este panorama, la Panamericana se va convirtiendo en “la ruta del desempleo”.
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