Intentaron robar en Villa Adelina; en medio de una lluvia de balas, huyeron hacia Carapachay; hubo otros dos delincuentes y un policía heridos
La rutina diaria de un barrio residencial de Villa Adelina, partido de San Isidro, se vio alterada por la violencia en las calles. Como todos los días, las familias de la calle Pedernera al 1900 comenzaban en la mañana sus ocupaciones cotidianas. La inseguridad ya había golpeado varias veces en las cercanías, con casas desvalijadas, pero a las 9.50 nadie espera una entradera.
Ayer, a esa hora, entre cuatro y cinco delincuentes sorprendieron a una joven mujer en la puerta del elegante chalet familiar de dos plantas en el que vive y la obligaron a franquearles la entrada.
La llamada de un vecino al 911 y la llegada de un móvil policial dieron lugar a tres tiroteos, una larga persecución -también a los tiros-, dos ladrones muertos, otros dos heridos y un agente policial también con heridas de bala en una pierna.
Todo comenzó cuando una mujer estaba en la puerta de su propiedad a punto de partir. En ese momento frenó bruscamente un automóvil Nissan del que bajaron al menos cuatro delincuentes armados. La víctima, única ocupante en ese instante del hogar, fue introducida en la vivienda. Uno de los atacantes se quedó fuera de la propiedad como campana y el vehículo -que tenía pedido de captura por haber sido robado anteayer- fue estacionado en la subida del garaje de la casa para dar una cobertura de normalidad. Pero la policía ya estaba alertada.
El primero en llegar fue un móvil que estaba en las cercanías con un comisario a bordo. Apenas se acercó, fue recibido con disparos por el delincuente que estaba de vigía.
Enseguida el tiroteo se generalizó, incluso dentro de la casa, donde los cómplices se parapetaron para atacar también a la patrulla.
«Corto e intenso», fue la definición del primer intercambio de disparos que dio un jefe policial. «Se oían tiros por todos lados», fue el comentario práctico de los vecinos del cruce de Pedernera y Ucrania.
La mujer víctima de la entradera resultó ilesa y se encuentra en buen estado general, más allá del mal momento vivido, comentaron quienes conversaron con ella.
Arrinconados por el frente de la calle Pedernera, los cuatro delincuentes que estaban dentro de la vivienda -no fue confirmado oficialmente si el atacante que estaba fuera de la casa pudo fugar- optaron por atravesar el fondo de la vivienda y saltar a la casa lindera, otro chalet de dos plantas con fachada sobre la calle Joaquín V. González. En esa casa tomaron como rehén durante unos minutos a una mujer mayor. La usaron como escudo humano para frenar a los policías que ya rodeaban la manzana con apoyo de los móviles de Cuidado Comunitario de San Isidro. La situación era monitoreada por entonces por las cámaras municipales de vigilancia.
En esa segunda vivienda atacada, los delincuentes tomaron cautiva a la propietaria, y además de robar una camioneta Ford EcoSport intentaron llevarse como rehén a la mujer, que pudo escapar en el momento que los policías rodeaban el vehículo. Con la nueva víctima a cubierto, se inició otro tiroteo sobre la calle Joaquín V. González. Los delincuentes dejaron incluso una escopeta en la huida. En ese segundo tiroteo fue herido en una pierna un agente de la policía bonaerense.
Armas no les faltaban, porque al ser arrinconados tras una persecución de 25 cuadras buscaron cubrir a balazos su escape a pie. Uno cayó muerto con dos armas en las manos. Otro fue gravemente herido y murió en el hospital de Vicente López, mientras que los otros dos delincuentes también fueron hospitalizados con heridas de bala.
«No conocían bien la zona por la que quisieron escapar», indicó un jefe policial, al señalar que los patrulleros pudieron arrinconar a los asaltantes hasta las calles Acassuso y Roldán, una cortada en la localidad de Carapachay, partido de Vicente López, que bloqueó con las vías del ferrocarril Belgrano Norte el paso de la camioneta robada.
La Gendarmería se encargaba desde anoche del peritaje..
Fuente: LA Nación