Dos jóvenes fueron secuestraron ayer en Castelar por delincuentes que los liberaron tres horas después, tras cobrar 4.000 pesos de rescate. La madre de uno de ellos dijo ayer a la prensa que no llamó a la policía ni le avisó nada a nadie hasta que su hijo regresó a su casa sano y salvo.
“Hasta que no lo recuperamos no llamamos a nadie, hasta que no estuviera mi hijo conmigo no llamé a nadie, no cometí ese error porque uno nunca sabe lo que puede pasar”, dijo Silvia Hock, madre de Maximiliano, de 20 años, uno de los secuestrados.
El hijo de Silvia y su primo paseaban en un Volkswagen Bora por la zona de Castelar, y en el cruce de la calle Santa Rosa y la colectora de la Autopista del Oeste fueron sorprendidos por una banda de delincuentes armados. “Les atravesaron un Peugeot 206 gris, tres delincuentes se suben al Bora de mi hijo y otros dos o tres lo seguían en el otro auto; ahí empezó la película”, relató la mujer.
El primer llamado extorsivo se recibió cerca de las 23.15. Los secuestradores usaron el teléfono celular de Maximiliano y la comunicación se interrumpió hasta que se hizo el pago.
La banda quiso, en un momento, asaltar la casa de Maxi, pero desistieron después. Primero pidieron 40 mil, pero luego aceptaron 4 mil. Los liberaron en la esquina de la casa familiar, en San Antonio de Padua, luego de que el hermano mayor de Maxi les entregó la plata.
Fuente: La Razón