Un joven denunció a tres policías por una brutal golpiza

Un joven denunció un episodio de violencia institucional en el que habrían participado tres efectivos «amigos» del suegro. Se había peleado con la novia. Está internado con fractura de cráneo y peligra un ojo

En la madrugada del domingo, el mendocino Lucas Pagliarulo tuvo una fuerte pelea con su pareja y su suegro que desembocó, según la víctima, en una dura golpiza propinada por tres policías cercanos al padre de la novia.

El violento episodio ocurrió cerca de las 5.30 del domingo en la vereda de la casa que Lucas compartía con su novia, en San Rafael, Mendoza. La pareja había salido a un bar, luego de que el joven terminara su jornada de trabajo a la madrugada como cocinero. Allí discutieron fuertemente. Ella se fue, mientras que él volvió sólo.

«Ella se enojó conmigo porque yo estaba con unos amigos. Ella se vino a casa y más tarde llegué yo pero no estaba, por lo que la llamé al celular y estaba con su papá, que la acompañó y comenzamos a discutir. Nos peleamos y me golpeó, ya que su contextura física es más robusta que la mía. No sé si él fue el que me hizo perder varios dientes», contó Lucas al diario San Rafael, desde su habitación en el área de cirugía del hospital Schestakow.

Luego, el padre de la joven se comunicó con las fuerzas de seguridad. «Llamó a la policía, y la verdad que no me resultó raro porque él siempre se jactaba de la relación que tenía con ellos. Poco después llegaron tres policías, que conocían a mi suegro. Uno de ellos me dio vuelta y empezaron a pegarme en la espalda. A partir de allí me dieron piñas, patadas y sentí algo duro sobre las costillas, que creo fue el palo de goma que utilizan», relató el mendocino.

A Lucas lo dejaron tirado y golpeado en la vereda. Con sumo esfuerzo, llegó hasta la casa de la madre. Debió ser hospitalizado. «Se reían de mí y me seguían pegando, hasta que me vieron totalmente ensangrentado y decidieron irse. Pero antes de que se subieran al móvil, uno de ellos -aseguró el damnificado- me aconsejó: ‘No te hagas el piola, si sos inteligente te metés a tu casa y no hacés más nada'».

La madre de Pagliarulo, Susana Pereyra, abonó la hipótesis de que su hijo fue víctima de violencia institucional al afirmar que el suegro del joven es «amigo de los policías porque cargan combustible donde él trabaja». «Su hija me dijo varias veces que su papá tenía estos amigos y que siempre que los llamaban, ellos iban», afirmó la mujer.

El brutal ataque causó tal conmoción que la denuncia llegó hasta la Inspección General de Seguridad, que trabaja en el caso para determinar si existió el abuso por parte de los uniformados.

Más allá de la determinación de los responsables de la golpiza, que es objeto de investigación, lo cierto es que el llamado hacia la dependencia policial ocurrió, según indicó el jefe de la distrital, Carlos Mugneco, por lo que Lucas padeció al menos abandono de persona por parte de los efectivos.

Pagliarulo perdió varios dientes de maxilar superior y un estudio le diagnosticó que tiente traumatismos múltiples, entre los que está incluida una fractura de la parte frontal del cráneo. También le detectaron una lesión ocular severa, por lo que la visión de uno de los ojos peligra. Continúa internado y pide justicia.

Fuente: Infobae