El hombre detenido tras el trabajo de búsqueda que realizó su víctima durante trece años prestó servicios no sólo al Estado mendocino, sino también al nacional, y se vio envuelto en dudas respecto de sobreprecios en un acto del 25 de Mayo. Tenía una condena por abuso sexual y, pese a eso, siguió siendo proveedor del Estado.
El nombre de Alberto Eduardo Pampín, reconocido dentro del mundo del espectáculo y la iluminación pero desconocido para la mayoría de la gente, saltó hoy a todos los medios de comunicación cuando se supo que, tras trece años de búsqueda, María Laura Balonga pudo localizarlo y hacer que la policía lo detuviera por el delito de abuso sexual, consentidos estos por el padre de la mujer, quien recibía dinero de parte del empresario para que le “entregara” a su hija.
La historia es tétrica, de un nivel propio de desalmados, de criminales de la trata de personas. Por todo esto deberá responder Pampín ante la Justicia, porque por delitos similares era buscado por la Interpol desde el 2013. Y esta fecha es relevante, porque desde hace un año que Interpol emitió su pedido de captura y, sin embargo, Pampín pudo prestar servicios para el Estado, tanto el nacional como el mendocino, al que, a través de su empresa Pampín Luces, le prestó el servicio de iluminación para el acto central de la Vendimia 2014.
Hoy, si uno quiere ingresar a la página web de Pampín Luces, sólo encontrará una página en blanco.
Contratado por Mendoza
Alberto Eduardo Pampín no es un desconocido en prestación de servicios en Mendoza, de hecho, en la página http://ar.vlex.com/vid/suministros-inscripciones-2013-430121566 figura como proveedor del Estado. Esto fue en el 2013, y también se puede ver en el Boletín Oficial, enhttp://www.gobernac.mendoza.gov.ar/boletin/pdf/20130404-29355-edictos.pdf.
Pero Pampín también ha trabajado para el Estado nacional y es uno de los responsables de la iluminación de Tecnópolis, además de que participó en el armado del escenario de un acto partidario del 25 de Mayo del año pasado, lo que también generó polémica por el posible sobreprecio en la facturación, cuestionado en su momento en http://seprin.info/2013/05/28/una-fiesta-para-pocos-sobreprecions-y-retonros-en-el-acto-del-25-de-mayo/.
Ante esto, surgen las preguntas obvias: si tenía un pedido de captura de Interpol ingresado a la Policía Federal Argentina en el 2013, ¿cómo pudo seguir prestando servicios al Estado?
MDZ Online consultó a personal que trabaja en las áreas pertinentes en el Gobierno de Mendoza y la respuesta es muy simple: no existió el cruce de información. Para ser prestador del Estado, se requiere no tener cuentas pendientes con la Justicia, y esto es lo que no se verificó.
Un habitual proveedor del Estado nos dijo que antes de ejercer como tal le pidieron, haciendo una comparación exagerada, “hasta análisis de sangre”. Pero hay algo que es claro y que por viejo no deja de ser actual: “al chico le piden que tenga todos los papeles en regla, pero al grande le hacen la vista gorda en más de una”, concluye este proveedor consultado.
Con antecedentes
Ahora bien. Concedámosle al Estado provincial y al nacional que no hayan cruzado pertinentemente información con la Policía Federal y achaquémosle esto a la burocracia. El pedido de captura de Interpol llegó el año pasado y puede haberse demorado en alguna oficina, más allá de que la urgencia en estos casos es lo que debería primar.
Pero Alberto Eduardo Pampín no es este el primer delito de este tipo que comete.
En diciembre del 2011, la Sala 1 de la Cámara de Casación Penal resolvió “Rechazar los recursos de casación deducidos por las defensas de Alberto Eduardo Pampín, Osvaldo Aníbal Valdez, Hugo César Peña, Mónica Patricia Ruiz y Delmar Domingo Sarmiento, con costas”, a propósito de la condena que le había impuesto el Tribunal Oral en lo Criminal Nº17 “a la pena de cinco años de prisión, accesorias legales y costas por considerarlo autor penalmente responsable del delito de promoción de la prostitución de un menor de dieciocho años de edad”.
Pese a esta condena, Pampín pudo “rehacerse” y seguir trabajando con la impunidad de quienes se saben protegidos por algún poder superior.
No estaría de más que alguien explicará cómo es que sucedió esto. Aunque una posible explicación sea que no es él quien factura los servicios al Estado, sino su hijo, Pedro Eduardo Pampín, su parte de la empresa, lo que se puede corroborar en https://www.dateas.com/es/bora/2013/11/14/pampin-luces-srl-761256, pero este traspaso se realizó el año pasado, mientras que los servicios bajo su nombre como titular los siguió prestando sin complicaciones.
A continuación, la resolución completa de la Cámara Nacional de Casación Penal, en la que se puede leer sobre el modo en que actuaba Pampín en el pago a los progenitores de un menor de edad para poder abusar sexualmente de él.
mdzol.com