Locura y muerte en el centro de Flores

Un hombre disparó desde un auto a la multitud en la puerta de un boliche; mató a un chico de 15 años e hirió a otro; giró en U en Rivadavia y Nazca y atropelló a una pareja; luego, chocó contra una cámara de luz y fue detenido

Los comerciantes y vecinos de Flores pensaban que nada podía ser peor que convivir con los robos y las peleas de jóvenes intoxicados a la salida de los boliches de la zona de Rivadavia y Nazca. Pero ocurrió…

Un hombre que iba al volante de un Fiat Uno blanco y que, según varios testigos, venía protagonizando incidentes desde Liniers mató de un tiro a un chico de 15 años e hirió en el tobillo a otro en la puerta de una disco; dio una vuelta en U en Rivadavia y atropelló a una pareja; siguió una cuadra, dobló a toda velocidad, se subió a la vereda y chocó contra una cámara de electricidad. Se bajó y fue detenido, mientras el auto se incendiaba y estallaban las balas de la pistola calibre 22 que habría usado para sembrar miedo y muerte.

El increíble suceso se produjo a las 6.30 de anteayer, cuando cientos de jóvenes salían de los boliches de las avenidas Rivadavia y Nazca, caracterizada por los vecinos como una de las «peores zonas porque está rodeada de boliches y la policía no hace nada». Según dijeron fuentes policiales, el conductor del Uno blanco, identificado por la policía como Alejo Maximiliano Scardamaglia, de 22 años, comenzó a disparar contra un grupo de jóvenes que caminaban por Rivadavia.

Juan Daniel Salazar Ramírez, peruano, de 15 años, había salido segundos antes de la disco The End, donde estaba a esa hora de la madrugada a pesar de que el cartel de la habilitación del local situado en Rivadavia 7428 (propiedad de la empresa El Fin SRL) dice que está prohibida la presencia de menores de 18 después de la medianoche.

En cuanto sonaron las detonaciones, Daniel cayó al piso con un proyectil en el pecho; otro adolescente, Marcelo Cantero, que nada tenía que ver con el chico peruano, fue herido en el tobillo derecho.

En medio del desbande de decenas de personas que caminaban por allí, el asesino dobló a la izquierda con una brusca maniobra en U; casi en Rivadavia y Nazca atropelló a una pareja, que sólo sufrió lesiones leves. El raid continuó unos cien metro más; cuando el Fiat, que iba en dirección a provincia, dobló a la izquierda en Quirno, al perder el control del auto, se subió a la vereda y chocó contra una cámara de luz de la empresa Edesur.

El impacto fue fortísimo. El auto se incendió, mientras que de la cámara de electricidad, que quedó destrozada, saltaban chispas que hacían más dantesca la escena.

El conductor del auto pudo descender, pero de inmediato fue detenido por personal de la comisaría 38». Dentro del vehículo incendiado quedó la pistola calibre .22 que habría sido utilizada en los ataques y cuyas balas explotaron al ser alcanzadas por las llamas, según explicaron fuentes policiales.

No fue lo único: la Fiscalía de Instrucción N° 40, a cargo de Estela Andrades, informó a través del portal www.fiscales.gob.ar que en la avenida San Pedrito y José Bonifacio, a tres cuadras del boliche, el sospechoso había causado otro incidente, cuando apuntó con su arma contra un taxista. El taxista cruzó el semáforo en rojo y huyó, pero regresó y les contó a los policías que llegaron al lugar lo que le había ocurrido.

ZONA LIBERADA

El panadero de la cuadra donde fue asesinado Daniel Salazar Ramírez fue uno de los pocos testigos del episodio que marcó a fuego la zona de Rivadavia y Nazca. «Al parecer, ayer [por el domingo] hubo una pelea dentro del boliche que terminó afuera, y luego mataron al chico. Después, el mismo tipo atropelló a una pareja que comía panchos en la esquina», dijo a los canales de televisión.

El comerciante agregó, indignado, que los disturbios, peleas y robos se repiten como una triste costumbre en la zona: «Todos los fines de semana es lo mismo. Una batalla campal. Los comerciantes estamos muy desprotegidos. Pedimos presencia policial para poder trabajar tranquilos y más control para que no entren menores en los boliches».

Michael Rocha, un joven empleado de la heladería de la esquina de Rivadavia y Quirno, enfrente de donde el auto del homicida se incendió, dijo a la nacion: «Es una zona muy peligrosa porque estamos rodeados de boliches. Los fines de semana se pone peor, porque se llena de gente alcoholizada y drogada que se pelea en las veredas».

La queja de Rocha coincide con la de otros comerciantes de la zona. «Parece que en el resto bar Sole paran todos los vagos. Ellos les roban a todos los que pasan y a los comerciantes. Con el dinero robado se toman todo en el bar, y cuando se les acaba, salen para volver a robar y repetir la secuencia», explicó el empleado de una heladería. «Como era sábado a la madrugada, salían miles de chicos de todos los boliches y no pude despegarme de mi quiosco un segundo porque si no me robaban todo. Cuando cierran los boliches es lo peor, porque se juntan todos y están sacados», agregó un canillita que tiene su quiosco en Rivadavia al 4500.

IMÁGENES DE TERROR

El auto del homicida se incendió en Quirno y Rivadavia

Cuando estaba en la puerta fue alcanzado por un proyectil de arma de fuego en el pecho. Un joven de 19 años, cerca de él, fue herido de un tiro en el tobillo derecho

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Ambos fueron trasladados por ambulancias del SAME al hospital Piñero, de Flores. Salazar murió antes de llegar. El herido fue atendido y dado de alta ayer..

Fuente: LA NAción