La transcripción de la conversación conocida en diversos medios provinciales y nacionales da asco y vergüenza ajena. Una mujer desesperada acepta sexo grupal con el diputado porque sus hijos no tienen que comer. Por cuestiones de espacio no se publica entero pero lo más sustancioso del chat dice:
C.B: Ayer y hoy mis hijos desayunaron mate cosido porque no me alcanzó para nada la ayuda que me dan. Hace dos meses no cobro salario de mi bebé. No tengo nada, nada para darles de comer. Por favor lo que sea, no para mí, sino para mis dos más chiquitos.
– Diputado Jakimchuk: sí te ayudo. El viernes llego a Concordia.
– C.B: Gracias no tengo a quién recurrir. Hoy mi gordo me decía mami tengo hambre. Te juro que me tengo una bronca porque no hay trabajo en la fruta, gracias Edgardo.
– C.B: ¿Me vas a ayudar vos o cómo tengo que hacer?
– Jakimchuk: Si llegó de madrugada a Concordia me llamás mañana.
– C.B: No hay problema, negri, como quieras, estoy dispuesta.
– Jakimchuk: Pero estas dispuesta a comerte a los tres, amor.
– C.B: Habíamos quedado en eso, como quieras, negri.
– Jakimchuk: Entonces los tres amor
– C.B: Ok, ¿mañana a la hora que acordamos?
– Jakimchuk: Sii… amor, decime cómo será mañana con los tres… contame cómo lo harás, amor.
– C.B: ¿Cuántos años tienen tus amigos?
– Jakimchuk: Cincuenta… decime cómo empezarás y cómo seguirás que más.
– C.B: Si sabés, negri.
– Jakimchuk: Dale, amor, decime cómo harás con los tres.
El día 28 de febrero de este año, la conversación vía chat se reanudó a la misma hora que la del día anterior, cerca de las 15:00. Jakimchuk insiste con la propuesta de “hacer un trío” con la mujer, que accede debido a su grave situación laboral y dice “pero me da vergüenza decirte, pero es mi realidad. Necesito ayuda por favor”.
No hay mucho más que escribir o decir. Pero como si la vergüenza y la perversión no encontraran límites, el diputado provincial Jakimchuk del oficialismo entrerriano inició una acción legal denunciando que estaba siendo extorsionado para no dar a publicidad el contenido del chat.
La verdad es que si hubo o no extorsión es francamente anecdótico. Lo que no puede ser anecdótico es que la desesperación del hambre de los hijos y la necesidad propia tome cara de prostitución por parte de una persona que intenta encubrir una faceta perversa en la disposición de recursos de ayuda social.
Podrá argüir en los tribunales que de la transcripción textual del chat, o por lo menos de lo que se conoce, no surge con absoluta claridad que los fondos para pagarle por el sexo grupal sean fondos sociales, pero, de cualquier manera, da ASCO, que un legislador que se llena la boca hablando sobre la distribución equitativa de la riqueza, tenga semejante y podrida catadura moral como para, claramente, aprovecharse del hambre de una madre para llevarla a la cama con un grupo de “amigos”. Amigos que, por otra parte, no se sabe quien son pero que, en cualquier caso, son tan basura como el legislador en cuestión.
El colmo
Ahora, resulta ser que la justicia entrerriana, de una provincia cuyo gobernador, Sergio Urribarri, pretende ser Presidente de la Nación, en la figura del fiscal Lafourcade, investiga la presunta extorsión que denunció el legislador, en lugar de investigar si este uso su poder para aprovecharse de la pobreza y el hambre de la ciudadana. Lo curioso es que, el diputado demandante, denuncia la presunta extorsión pero no negó el contenido del chat. Sobretodo cuando, un diario local (Diario Río Uruguay), ya dio a conocer que el contenido del chat fue entregado por un ex colaborador del diputado, que asqueado por la situación, entregó a los medios el contenido del chat.
El diputado Jakimchuk sabe además muy bien que hace el hambre en un ser humano. Es de hecho, egresado como Técnico en Alimentación de la Universidad Nacional de Entre Ríos y también Técnico en Comunicación Social según surge de su propio currículum.
Este hombre, que le propuso a una madre pobre que cría sus hijos sin padre, sexo grupal a cambio de ayuda, fue asimismo profesor de Ética, filosofía y Derechos Humanos. Parece que algo se le olvido en el camino.
Finalmente y quizás lo peor es que; lo que debería haber sido rápidamente un escándalo con pedido de renuncia al cargo legislativo, juicio político o siquiera una expresión de repudio generalizado, está navegando los mares del olvido y el silencio, casi como esperando que la falta de memoria o el miedo a las represalias, siga el camino de una sociedad anestesiada que camina los límites de la complicidad silenciosa ante el peor de los abusos, el que se hace aprovechando el hambre, la desesperación y la indigencia que le roba a un ser humano su dignidad.
Lic. Rodolfo Patricio Florido
informadorpublico.com