Desde las 13, las dos selecciones europeas buscarán el primer pasaje para las semifinales de Brasil 2014. Los germanos fueron de mayor a menor en el torneo, mientras que los galos fueron uno de los más sólidos.
Francia y Alemania se medirán hoy desde las 13 en Río de Janeiro para definir al primer semifinalista del Mundial de Brasil 2014.
Los alemanes llegan al partido en el Maracaná entre dudas, después de sufrir hasta la prórroga para deshacerse de Argelia en los octavos de final. Por su parte, Francia mostró uno de los juegos más sólidos del campeonato, aunque también tuvo que esperar a los últimos 10 minutos para definir su partido contra Nigeria.
El ambiente que rodea a ambos equipos es bien distinto. Después de la decepción de 2010, en la que los “bleus” fueron eliminados en la fase de grupos y protagonizaron un motín que terminó con varios jugadores sancionados, Francia recuperó el amor y la confianza.
En Alemania, por el contrario, el entusiasmo que despertaba el juego alegre y combinativo del equipo de Joachim Löw dio paso a la desconfianza.
Löw necesita encontrar la fórmula que haga funcionar a un equipo que, tras golear a Portugal en el debut, fue de más a menos. El alemán podría modificar el dibujo, introducir cambios, remodelar la delantera, devolver a Philipp Lahm a la defensa o nada de eso.
Si Lahm vuelve a la zaga, Khedira y Schweinsteiger podrían ocupar de nuevo el doble pivote, como en 2010.
Francia y Alemania se enfrentaron en tres ocasiones en mundiales. Los galos sólo se impusieron en la primera, con un 6-3 en el partido por el tercer puesto en Suecia 1958. Después, los germanos festejaron en las semifinales de 1982 y 1986.
La primera de ellas todavía se recuerda con amargura en Francia, donde el portero Harald “Toni” Schumacher se convirtió en un villano tras su patada brutal a Patrick Battiston en Sevilla. Los galos desperdiciaron además una ventaja de 3-1 en la prórroga y terminaron perdiendo por penales.
Treinta y dos años después, el DT francés Didier Deschamps no quiere oír hablar de revanchas. La joven selección francesa tiene además muy poco que ver con el equipo liderado entonces por Michel Platini. La finura e imaginación de entonces se transformó ahora en fuerza y eficacia, representada principalmente por la presencia imponente de Paul Pogba en el centro del campo.
Fuente: Mundo D