El desempleo que siguió a la crisis económica en España hizo, entre otros factores, que el número de extranjeros no europeos en ese país cayera un 6,5% en los primeros nueves meses de 2010.
Y más allá de ese promedio, según el Observatorio Permanente de la Inmigración (OPI) español, lo que más cayó es la cantidad de latinoamericanos con residencia legal en España: un 16,9% en el caso de los argentinos y ecuatorianos, y un 11,4% en el caso de los colombianos que vivían en España. Se estima que entre 6.000 y 7.500 argentinos volvieron al país.
Según el OPI, el descenso de los extranjeros residentes, sobre todo los latinoamericanos, se debe a “la adquisición de la nacionalidad española”, “la participación en los programas de retorno voluntario que promueve el gobierno español” y “los retornos espontáneos debido a las constricciones actuales del mercado de trabajo español”.
En septiembre de 2010 había poco más de 1 millón de ciudadanos iberoamericanos con permiso de residencia en España (sobre un total de 2,3 millones de extranjeros no europeos), mientras que en el tercer trimestre de 2010, el número de residentes iberoamericanos bajó en 33.000 personas.
La crisis económica disparó el desempleo en España al 20% en la población activa y afectó especialmente a los inmigrantes, donde alcanzó el 30%. Además, la pérdida del empleo llevó a muchos extranjeros a no poder renovar sus permisos de residencia.
Al inicio de la crisis, a fines de 2008, el ejecutivo español puso en marcha un plan especial de retorno voluntario que no ha tenido mucho éxito. Durante 2009 y 2010 volvieron con ayuda pública a sus países 11.000 inmigrantes, frente a los 100.000 que esperaba el gobierno español.
Fuente: La Razón