Las liquidaciones de invierno llegan a un 50% de descuento

Esta temporada, las primeras marcas comenzaron a bajar fuerte los precios apenas arrancó el invierno. Es porque se vende menos, los consumidores cuidan los bolsillos y los valores están recargados.

A sólo cuatro días de la llegada del invierno, los locales de ropa ya comenzaron a colgar en sus vidrieras los carteles “on sale”, “época de descuentos”, “de remate”. Es que las rebajas de temporada empiezan cada vez más temprano: lanzaron las liquidaciones apenas después del 21 de junio con la idea de rematar el stock. En los shoppings y centros comerciales a cielo abierto, las rebajas en indumentaria y calzado llegan hasta el 50%.

Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el secretario de prensa, Vicente Lourenzo, dijo a este diario que “este año comienza la liquidación porque el primer semestre fue muy malo en términos de ventas y uno corre el riesgo de que los productos de temporada queden para el año que viene. Esto se suma a la necesidad de juntar efectivo, por eso la idea es seducir al cliente. La realidad es que hay una gran variedad de precios y esto hace que la gente se frene y no compre impulsivamente”.

¿Las ofertas? Las mujeres, las más favorecidas. Entre las marcas que ya se anotaron en la maratón de rebajas figura The Bag Belt, con 20%; Sofi Martire, entre 15 y 45% (a partir del 10 de julio); Basilotta, entre 30 y 50% en todas las prendas (desde el 30). Para las adolescentes, las marcas largan las rebajas a partir de la semana que viene: Muaa adelantó que llegarán al 50% y en 47 Street serán de hasta un 30%.

El frío que nunca llegó y el clima mundialista, junto a los bolsillos cada vez más holgados, determinaron que se adelanten las liquidaciones. Y sin duda, la fórmula para seducir a los potenciales clientes es lanzar precios de remate. De todas maneras, la baja del consumo se hace sentir cada vez más: en lo que va del año, cayó un 7% comparando con el año anterior, según revelaron desde CAME. Asimismo, la inflación y los altos costos comerciales llegaron a definir que en algunas zonas, como por ejemplo Palermo, haya renovación constante de firmas y cierre de locales.

Las ventas están frezadas y no es para menos: los precios están inflados y los consumidores cada vez más miden su presupuesto. La estrategia es recorrer, revolver y comprar prendas clásicas. Las botas con tachas ultramodernas, que llegan a los $2000, quedan reservadas para unas pocas. Las más austeras se inclinan por diseños clásicos que nunca pasan de moda.

La eterna tentación de salir de compras sigue vigente, pero cada vez son más los consumidores que deciden recorrer ferias y outlets.

Fuente: La Razón