La medida de fuerza es en reclamo de mayor seguridad y afectará, sólo por la mañana, todos los ramales y el Premetro. También se liberarán los molinetes y las boleterías permanecerán cerradas durante todo el día.
Los metrodelegados anunciaron ayer en una conferencia de prensa que realizarán un paro mañana de 5 a 7 en todas las líneas y en el Premetro. El conflicto, según la versión de los gremialistas, se debe a que los trabajadores de las boleterías no tienen seguridad, ya que sufren reiterados robos. La medida de fuerza incluirá la liberación de molinetes. De esta forma, las líneas arrancarán a circular dos horas más tarde de lo habitual, a excepción de la línea B que parará sólo una hora ya que diariamente comienza el recorrido a las 6. Los trabajadores reclaman que se blinden las boleterías, como ocurre en otras ciudades del mundo.
El conflicto se había iniciado hace diez días, cuando la Policía Metropolitana se hizo cargo de la seguridad del servicio. Allí, los metrodelegados cerraron todas boleterías, no cargaron la tarjeta SUBE y liberaron molinetes. También denunciaron que la fuerza porteña sólo custodiaba andenes y formaciones. Los inconvenientes parecieron solucionarse el lunes, cuando Metrovías dispuso que algunos agentes de la Metropolitana más personal privado controlara las boleterías. Pero esto resultó insuficiente para los metrodelegados, que ayer lanzaron la huelga. No obstante, hay una instancia de diálogo abierta que podría destrabar el paro. Los sindicalistas fueron citados para hoy al mediodía a una reunión en la Subsecretaría de Trabajo porteña para buscar una salida.
“La empresa tiene que entender que sin seguridad no se puede trabajar porque los boleteros quedan ‘regalados’ ante los delincuentes”, dijo Enrique Rositto, secretario de prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP). Aunque en la decisión sindical también habría influido una multa de $ 20.000 que se le aplicó a la entidad gremial por haber liberado molinetes en febrero, algo que ayer fue criticado por los metrodelegados.
Fuente: LA Razón