El papa Francisco instó este lunes en Jerusalén a judíos, cristianos y musulmanes a dialogar tras visitar lugares emblemáticos para las tres religiones monoteístas: cristiana, judía y musulmana y condenar el Holocausto nazi.
En una jornada intensa y cargada de gestos simbólicos, el papa argentino visitó la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del islam y el Muro de las Lamentaciones, uno de los más sagrados del judaísmo.
Ante el gran muftí de Jerusalén que lo recibió en la mezquita, Francisco invitó a cristianos, musulmanes y judíos a ser «agentes de paz y justicia».
Se dirigió a las personas y comunidades «que se reconocen en Abraham», es decir en las tres religiones monoteístas.
«Mi peregrinación no sería completa si no incluyera también el encuentro con las personas y las comunidades que viven en esta tierra y por eso me alegro de poder estar con ustedes, amigos musulmanes», dijo el papa al líder religioso musulmán, Mohamed Hussein.
«Respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas», concluyó el papa en la tercera y última jornada de su visita a Tierra Santa.
Luego recorrió un kilómetro para recogerse en silencio varios minutos ante el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, uno de los sitios sagrados del judaísmo.
El papa apoyó la mano sobre el Muro y dejó un mensaje entre las piedras, como es tradición entre los judíos.
Francisco fue recibido en ese lugar sagrado por el gran rabino.
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