Ayer se confirmó en el Boletín Oficial porteño el acuerdo al que llegaron Nación y Ciudad para sacar la estatua de atrás de la Casa Rosada. Estará frente a Aeroparque, en un espacio verde, mirando hacia el río.
Atrás quedaron los días en que los Gobiernos nacional y porteño se disparaban dardos por la estatua de Cristóbal Colón y su ubicación. Lejos también quedaron los amparos judiciales y las movilizaciones de asociaciones italianas, en favor del conquistador genovés. El destino de la obra, tal como lo decidió en su momento la presidenta Cristina Fernández a modo de “reparación histórica”, estará lejos de la Casa Rosada, donde permaneció emplazada durante más de 90 años. Será trasladada a Costanera Norte y en su lugar quedará erigida una estatua de Juana Azurduy, la guerrera de la Independencia.
La confirmación fue publicada ayer en el Boletín Oficial de la Ciudad, donde se “ratifica el convenio de colaboración y cooperación” entre el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad para la “restauración, traslado y emplazamiento del monumento a Cristóbal Colón ubicado en el Parque Colón delimitado por la avenida de la Rábida (Norte), Ingeniero Huergo y avenida de la Rábida (Sur), lindante hacia el oeste con la Casa Rosada”. Según el decreto, “de común acuerdo las partes firmantes han manifestado que el Poder Ejecutivo Nacional entregará un estudio del estado del monumento”. Y añade que queda a cargo de las autoridades porteñas decidir adónde será mudada la escultura, que fue donada para el Centenario del país por la comunidad italiana.
Pero ya se sabe que será llevada a un sector de la Costanera Norte, frente al Aeroparque y mirando hacia el Río de la Plata en un espacio verde ganado a las aguas. En las próximas semanas comenzaría a hacerse el traslado de las piezas que componen el conjunto escultórico que pesa 623 toneladas. Ese trabajo demandará al menos un mes. Así queda descartada de plano la intención de llevarla a Mar del Plata, como se había pensado en un principio el año pasado. En ese momento, distintas asociaciones de la comunidad italiana en el país y la ONG Basta de Demoler recurrieron a la Justicia. De hecho, la cuestión de fondo -a quién le pertenece la obra, si a Ciudad o a Nación- aún no se resolvió, aunque ambos Gobiernos ya llegaron a un entendimiento. Para darle un marco institucional legal, tanto el Congreso como la Legislatura tienen que aprobar una ley para el nuevo emplazamiento.
Fuente: La Razón