La reunión de la militancia cristinista realizada ayer domingo en el Mercado Central fue convocada por la agrupación La Cámpora y allí se presentaron todos los incipientes candidatos a suceder a la presidente en diciembre del 2015, salvo Daniel Scioli. Los demás candidatos y el guía espiritual de esa congregación marcada por la corrupción, Carlos Zannini, intentaron darle un baño de mística al cónclave. Muchos de los principales dirigentes que encabezaron el acto están contratando estudios penales con influencia en los tribunales federales de Comodoro Py, ya que varias causas que estaban cerradas corren peligro de ser reabiertas. Es que en el fuero federal hay un olfato especial para darse cuenta cuando se avecina un final de ciclo y los abogados que litigan ante esos tribunales ya sacaron la máquina calculadora, haciendo cuentas sobre las decenas de millones de dólares que tendrá que aportarles la dirigencia K para no quedar presos, tal como exige la mayoría de la opinión pública, harta de los numerosos actos de corrupción. El sábado pasado, Carta Abierta decidió que Daniel Scioli no será el candidato que represente al cristinismo puro y ahora apareció Florencio Randazzo, con un ímpetu envidiable, para anotarse en la carrera de los presidenciables, mostrando tolerancia política y reconociendo la inseguridad sin que hasta ahora lo expulsen del gabinete. Al poner en funcionamiento 20 formaciones y arreglar parte de la línea San Martín luego de 11 años de destrozos en los ferrocarriles suburbanos, el ministro se anota un poroto muy importante para un gobierno que carece de obras terminadas. Especialmente de obras de infraestructura.
El verdadero trasfondo
Así, con cambiar trenes de 70 años por otros nuevos pero no modernos y con el acortamiento de los trámites para los principales documentos de identidad, por lo menos Randazzo muestra una serie de realizaciones de las que carece todo el resto del gabinete. El gobierno, encima, deja una pesada herencia a la administración que lo sucederá, como es la aguda crisis energética que termina con el vergonzoso acuerdo con Repsol, en el cual el gobierno se hace cargo de pasivos ocultos. El auditor de YPF, la empresa Deloitte, subraya el alto impacto que pueden tener en el futuro los pasivos ocultos que deja Repsol. El titular de YPF, Miguel Galuccio, al igual que los ministros de economía y planificación, serán susceptibles en el futuro se ser juzgados penalmente por las indeterminadas cifras en miles de millones de dólares que costará esta indemnización. Deloitte exige que Repsol asuma los riesgos de los pasivos ocultos pero Galuccio, De Vido y Kicillof no toman en cuenta esta seria advertencia, que tendrá graves consecuencias para el país.
Por su parte, el apuro para aprobar la reforma del Código Penal tiene el sentido de asegurar la libertad de los funcionarios mientras duren los procesos, bajando el mínimo de casi todas las penas por corrupción de los funcionarios públicos y convirtiéndose en una especie de autoamnistía muy similar a la que hicieron los militares en 1982. Sin embargo, esta vez, la magnitud de los casos graves de corrupción es sin ninguna duda la más grave de toda la historia argentina. El país tuvo un ingreso extra por exportaciones por 400.000 millones dólares en estos once años en los que gobernaron el Eternauta y su esposa. Se trató de un desperdicio para una generación y de un gigantesco enriquecimiento ilícito para una asociación ilícita que vació las arcas del Estado en nombre de una utopía revolucionaria, cuyo único objetivo fue permanecer en el poder para acumular fortunas personales.
Guillermo Cherashny/informadorpublico.com