Se trata de la cepa insignia de nuestro país y es originaria del Sur Oeste francés, en donde es llamada Côt, de estilo tánico y duro.
(NA) — El jueves 17 de abril se celebra en todo el mundo el Día del Malbec, la cepa insignia de la Argentina, que se consolida como uno de los principales productores de esta uva que ya concentra el 20 por ciento de la superficie cultivada en el país. Malbec es una cepa originaria del Sur Oeste francés, en donde es llamada Côt, de estilo tánico y duro. Nuestro país cuenta con un tipo de uva que no sólo se ha convertido en referente del suelo argentino, sino que ha ganado un espacio de gran magnitud a nivel mundial.
Argentina es ya el quinto productor mundial de vinos, el noveno exportador y actualmente cuenta con aproximadamente unas 1.300 bodegas.
Entre estas cifras sobresale el hecho de que la variedad Malbec tiene el mayor porcentaje de hectáreas cultivadas en nuestro suelo, principalmente en la provincia de Mendoza. Si bien el Malbec es una cepa oriunda de Francia, nuestro país es el único a nivel mundial en el que se encuentran cepas originales de Malbec provenientes de «la campiña francesa».
El Malbec llega a la Argentina en 1853 cuando impulsado por Domingo Sarmiento, el Gobernador de Mendoza, Pedro Segura presentó un proyecto para fundar, el 17 de abril, una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura que posteriormente se convertiría en punto de partida para el desarrollo de esta cepa. Teresa García Santillán, Project Manager del club de vinos Club BonVivir afirma «hoy en día, el Malbec es una de las variedades de vinos más buscadas por los consumidores.
En nuestro caso, los socios continuamente nos consultan por el Malbec. Sabemos que el posicionamiento que esta uva ha tenido en nuestro país y tiene actualmente en el mundo, impulsa a los consumidores a querer consumirla cada vez más, lo que afirma que con el paso del tiempo, se ha convertido en la cepa insignia y un referente tanto local como internacional».
El Malbec se adaptó muy bien al suelo y clima de Argentina en general y particularmente al de la provincia de Mendoza, expandiéndose de forma acelerada. No obstante, debieron pasar casi más de 150 años, entre que llegaron las primeras cepas al país, hasta que el vino dejara de ser sólo para consumo interno, para comenzar con su exportación. No fue sino hasta 1990 y con fuerte énfasis hasta el año 2009, luego de superada una gran crisis que llevó a la reducción de los viñedos nacionales, que se logró un importante crecimiento en la superficie cultivada, impulsada principalmente por el Malbec, que permitió dar comienzo a las exportaciones de este vino. Argentina es hoy el principal país productor de Malbec del mundo, seguido por Francia, Italia, España, Sudáfrica, Nueva Zelanda y los Estados Unidos. La Argentina se ha convertido en uno de los principales países vitivinícolas del mundo y actualmente el Malbec concentra casi el 20% de la superficie de cultivo de vid en el país. Se estima que en el año 2012, el Malbec ocupó el primer lugar en volumen exportado de varietales con 43% del total del país, según los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
En nuestro país, el Malbec se desarrolla en un gran porcentaje en Mendoza, para luego tener presencia en San Juan, La Rioja, Salta, Catamarca, Jujuy, Río Negro y también Neuquén.
Todo parece indicar que por el volumen que este tipo de vino tiene a nivel mundial, el perfil de los consumidores es muy amplio. No obstante, siempre hay una preferencia.
El perfil del consumidor frecuente de vinos y que busca alternativas de calidad y a buen precio está, de acuerdo a las estadísticas, en casi un 65%, conformado por hombres principalmente de entre 30 y 50 años.
«De acuerdo al perfil de los consumidores de Club BonVivir, que ya ascienden a más de 12.000 socios mensuales, el Malbec continúa siendo la cepa elegida por excelencia. Si bien las propuestas incluyen variedades para todos los gustos, este tipo de uva ocupa el 40% de las propuestas que se entregan de forma anual», afirmó García Santillán.
Ya sea por las características del suelo argentino que permiten al Malbec adaptarse a nuestro terreno, por su sabor, color oscuro intenso y por ser ideal para acompañar tanto carnes rojas, como quesos y pastas y por la variedad de ofertas de calidad, el Malbec continúa en crecimiento.