El agresor disparó dos veces desde su auto contra la casa del matrimonio en la localidad de San Isidro. El dueño de la vivienda le había retenido unos muebles en represalia por el dinero adeudado. El atacante fue detenido y la mujer está fuera de peligro
Cuando Roberto Pájaro se disponía a irse a dormir, un auto pasó frente a su casa, ubicada en la calle Padre Castiglia, en la localidad de Boulogne, y alguien desde su interior disparó dos veces contra la vivienda. Su esposa, Noemí Sierra, estaba sentada frente a una computadora muy cerca de una ventana y recibió uno de los impactos. En ese momento, el vehículo se dio a la fuga.
La bala ingresó por una pierna de la mujer y le provocó una perforación intestinal, la rotura del bazo y una hemorragia interna. Noemí fue llevada rápidamente al hospital de San Isidro, donde fue intervenida durante más de seis horas. Se recupera favorablemente. “Yo estaba bajando una persiana y vi el auto, que no se detuvo, dispararon en movimiento, y escuché los gritos de mi esposa”, detalló Pájaro a Clarín.
Tras la declaración de testigos, la Policía determinó que los disparos habían sido efectuados por un hombre desde un auto Fiat Duna Blanco. La investigación apuntó entonces contra un hombre, inquilino de Pájaro, con quien el matrimonio tenía problemas porque les adeudaba 40.000 pesos en concepto de alquiler de una propiedad
Por orden judicial, se realizó un allanamiento en una casa de Blandengues al 1400. Allí detuvo a Alberto Daniel Pereyra, de 55 años y se secuestró el auto y una pistola calibre 9 milímetros con doce proyectiles. El sospechoso se dedicaba a realizar trámites en los tribunales de zona norte. El empleado judicial había discutido tiempo atrás con el esposo de la mujer baleada, quien en represalia porque no le pagaba desde hacía tiempo el alquiler, le había retenido unos muebles.
Pájaro aseguró que Pereyra fue su inquilino en una propiedad de un barrio cerrado ubicado en Ingeniero Maschwitz y le dejó una deuda de todo un año de alquiler y expensas, que ascendería a unos 40 mil pesos. “Me había amenazado algunas veces, y yo le decía que ese no era el camino, que me trajera lo que me debía y tendría sus muebles, que así se solucionarían las cosas”, contó
Fuente: Infobae