Moody’s bajó la nota argentina y pronostica una nueva devaluación

La calificadora redujo la nota de deuda y cuestionó las políticas oficiales: «Un dólar a $8 no es sostenible con esta inflación».
La agencia de riesgo crediticio Moody’s redujo la calificación de la nota de la deuda argentina, debido «a la caída de las reservas y a la inconsistente política económica», al tiempo que pronostica una nueva devaluación.

La calificadora informó mediante un comunicado que la nueva nota se redujo de Ba3 a Caa1, y los bonos permanecen en grado especulativo. La calificación Caa1 ubica al país entre los mercados más riesgosos de la región junto a Venezuela y Ecuador

Moody’s destacó que las reservas cayeron «desde fines de 2011, desde 52.700 millones de dólares a 27.500 millones de dólares en la actualidad, lo cual aumenta así el riesgo de que la Argentina no cumpla con sus obligaciones de servicio de la deuda en moneda extranjera».

Respecto de la negociación con el Club de París, Moody’s remarcó que «es poco probable que mejore sustancialmente los niveles de reservas. Un acuerdo final con el Club de Paris, aunque podría conducir a nuevos préstamos bilaterales, tomará meses para su concreción y nosotros esperamos que cualquier nueva financiación bilateral estará limitada en los próximos dos años».

Al mismo tiempo, la agencia puso de relieve que «un entorno de políticas inconsistentes aumenta la probabilidad de que las reservas oficiales se mantendrán bajo presión este año y el próximo».

«Mientras las reservas se han estabilizado en el último meses, existe un alto riesgo de nuevas caídas, un riesgo de crédito clave, ya que Argentina no tiene mercado internacional para acceder y utiliza las reservas del Banco Central para cumplir con sus obligaciones de deuda en moneda extranjera», señaló el documento de Moody’s.

La agencia estimó que «el gobierno enfrenta pagos de la deuda en dólares de más de 20 mil millones entre 2014 y 2015». Sin embargo, «la Argentina no tiene opciones de financiamiento externo que reduzcan su dependencia de las reservas oficiales para pagar la deuda».

Respecto de la política económica, sostuvo que «la caída de las reservas y la falta de acceso a los mercados reflejan decisiones de política económica no sostenibles que han dado lugar a una inflación muy alta, la depreciación de la moneda, la fuga de capitales y el estancamiento económico».

La agencia hizo hincapié en el salto cambiario de enero y expresa que «la inflación, que fue un promedio de 25% anual en los últimos años, probablemente más alta en 2014, debido en parte a una devaluación del 17% de la moneda de enero que era en sí misma el resultado de la necesidad de frenar las salidas de dólar».

Al respecto, Gabriel Torres, director de la calificadora, opinó que pese a la estabilización del mercado cambiario en las últimas semanas, «la actual política cambiaria no es sostenible a largo plazo si se tiene una inflación del 40% anual, se mantiene el dólar planchado y no existe hoy ninguna opción para fondearse».

En una entrevista con Ámbito Financiero, agregó que «con una inflación del 40% o el 50% anual este dólar no se va a poder mantener, y entonces vendrá otra devaluación y, luego, otra caída de reservas. Hay poco margen de maniobra y un gran riesgo de entrar en una crisis».

«Devaluar se va a devaluar. No se sabe si de una vez o día a día. Pero claramente un dólar a $ 8 no es sostenible con esta inflación y costaría reservas en los próximos meses», concluyó Torres.
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