Terminó reunión con automotrices: por ahora no habrá baja de impuesto

El ministro de Economía, Axel Kicillof, y la titular de Industria, Débora Giorgi, se reunieron con representantes de las automotrices e importadores de autos tras el desplome de las ventas del sector por la suba de precios en la que derivó la suba impositiva a los autos de lujo.

Se juntaron desde las 10 de la mañana en el Palacio de Hacienda y el encuentro se extendió hasta pasado el mediodía. Los primeros en retirarse fueron los representantes de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), por lo que los funcionarios quedaron a solas con los importadores cerca del final de la reunión.

Desde el Gobierno les exigieron a los ejecutivos de las compañías locales que presenten su estructura de costos detalladas, ya que sin eso no pueden siquiera analizar una baja del tributo, según aseguraron fuentes que participaron del encuentro. Asimismo, les pidieron explicaciones a los empresarios del sector por las fuertes subas de precios registradas en casi la mayoría de los autos que se comercializan en el mercado argentino, más allá del inevitable encarecimiento de los coches lujosos por la imposición oficial de un nuevo tributo desde el 1 de enero último.

Por su lado, los empresarios detallaron los escollos con los que el mercado se encuentra en la actualidad como para sostener las ventas, entre los que se destacan la inflación y el fuerte encarecimiento del crédito por la suba de tasas, derivada de la devaluación del 23% registrada en enero.

También los importadores reclamaron un cambio de la alícuota, pero en este caso el Gobierno lo rechazó de plano.

En el encuentro resaltaron los cruces entre los funcionarios con las automotrices que, según argumentaron, subieron los precios de los vehículos más allá del impuesto a los bienes de lujo y de la devaluación. El Gobierno también le recriminó a los fabricantes de autos haber realizado una campaña mediática para instalar que el impuesto iba a reducirse, lo que generó la expectativa entre la clientela de que los precios se reducirían, por lo que esperaron para comprar. De acuerdo a los representantes del Poder Ejecutivo, esta fue la razón por la que las ventas se desplomaron.

Entre los empresarios, si bien había expectativas antes de la reunión, no se creía que haya hoy definiciones debido a lo amplio de la convocatoria. Además de los representantes de las terminales de 0 km, participaron importadores, concesionarios, autopartistas, gremialistas y legisladores. «Lo más probable es que se intercambien ideas y se cotejen las cifras que cada uno tiene del nivel de actividad. Se hablará de los impuestos internos y también de la suba de precios porque eso fue lo que remarcó la Presidenta», había vaticinado un empresario.

En cuanto al impuesto interno que impactó en los 0 km más caros, una las posibilidades que se analizaron en el equipo económico es una actualización de los valores a partir de los cuales se empieza a tributar. En diciembre, cuando se aprobó la medida, se establecieron dos niveles: de $ 170.000 y de $ 210.000 en el valor de los autos antes de impuestos. En ese momento, el dólar se ubicaba en $ 6,45, lo que equivalía a un 0 km de u$s 26.000 en el primer caso y de u$s 32.500 para el segundo. La idea será llevar esos topes al valor del dólar actual, alrededor de los $ 7,80. De esta manera, los nuevos topes se ubicarían en $ 205.000 y $ 250.000.

Pero desde las empresas esperan una corrección mayor, ya que ese ajuste volvería a la situación de comienzos de año, cuando comenzaron a derrumbarse las ventas. Sin embargo, una mayor flexibilización no es del todo aceptada por el Gobierno porque iría contra el objetivo de la medida, que era frenar la salida de dólares a través de la importación de autos.
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