El partido oficialista se impuso en las elecciones legislativas de ayer, pero perdió escaños y depende más de sus aliados; el ex presidente logró 20 bancas en la Cámara alta.
BOGOTA.- Hace cuatro años, Juan Manuel Santos asumía la presidencia de Colombia en lugar de Alvaro Uribe, quien lo había apadrinado e impulsado en su carrera presidencial. Poco después, el ex presidente se convirtió en el mayor rival del actual mandatario y ahora trasladará esa oposición al Senado.
El resultado de las elecciones legislativas de ayer fue un llamado de alerta para Santos de cara a las presidenciales del 25 de mayo, porque si bien puede seguir controlando las fuerzas políticas en el Congreso, ha quedado más dependiente de las alianzas, mientras que el nuevo partido de Uribe se instaló como la mayor fuerza de la oposición.
El más votado fue el Partido Social de la Unidad Nacional (Partido de la U), de Santos, que aseguró 21 de los 102 senadores, con lo que se convierte en la mayor fuerza política del país, pero con el apoyo de sus aliados del Partido Liberal y Cambio Radical.
Con los senadores del Partido de la U, los 17 del Partido Liberal y los nueve de Cambio Radical, que lidera Germán Vargas Lleras, candidato de Santos a la Vicepresidencia, la coalición de Gobierno llega a 47 miembros en la Cámara Alta.
En tanto, el movimiento Centro Democrático, creado el año pasado por el expresidente Álvaro Uribe, que se perfilaba como el que más votación tendría, no lo consiguió, pero se quedó con 20 senadores en su debut.
La abstención, que se mantiene entre un 55 y un 60 por ciento, sigue siendo alta, remarcaron los analistas, quienes la explican porque hay apatía de los votantes hacia la clase política y sus dirigentes, en los que no se ven representados.
El nuevo congreso, que se posesionará en julio para un periodo de cuatro años, tendrá un papel decisivo en la implementación de los acuerdos que negocia el Gobierno con la guerrilla de las FARC para lograr la paz y poner fin a un conflicto interno de 50 años que ha dejado 200.000 muertos.
Uribe se opone a que los líderes de las FARC, consideradas terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea, puedan ser elegidos congresistas en un futuro sin haber pagado con cárcel por los delitos cometidos en medio del conflicto.
Santos, un político de centro derecha de 62 años, es favorito para ganar la reelección en las presidenciales de mayo, pero un inusitado nivel de voto en blanco y de indecisos lo podría obligar a medirse en una segunda vuelta, posiblemente con Oscar Iván Zuluaga, el candidato de Uribe.
Si gana, Santos también necesitará del Congreso para impulsar reformas que apuntan a reducir el desempleo de cerca del 9 por ciento, la pobreza que afecta a casi la mitad de los 47 millones de habitantes y alentar el crecimiento de la cuarta economía de América Latina con mayor inversión extranjera.
SANTOS, SATISFECHO
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, interpretó los resultados de las elecciones legislativas de hoy, en las que su coalición de Gobierno se convirtió en la principal fuerza, como una victoria de la voluntad de paz en el país.
«Yo creo que lo más importante de todo es que fue un gran día para la ‘coalición de la paz’. Hoy se consolidaron las mayorías de la coalición de Gobierno en el Congreso, pero fue una señal muy importante para el país y el mundo: que la inmensa mayoría de los colombianos queremos la paz», dijo un exultante Santos.
El presidente compareció en la sede de su formación, el Partido de la U, y agradeció los respaldos de sus aliados, el Partido Liberal y Cambio Radical.
Santos aprovechó su discurso para felicitar a su antecesor en la presidencia y opositor, Álvaro Uribe, quien en una declaración anterior eludió referirse a los resultados.
«Quiero felicitar al senador Uribe, a su grupo que obtuvo un decoroso segundo lugar, espero que podamos dejar a un lado odios, rencores y trabajar por el país», a lo que los militantes respondieron con el coro «¡Ese es, ese es!».
CLARA ROJAS, EN LA CÁMARA DE REPRESENTANTES
La abogada Clara Rojas, ex rehén de las FARC, fue la única de los antiguos secuestrados por esa guerrilla que logró ganar ayer un escaño en las elecciones legislativas colombianas.
Rojas, que fue secuestrada en febrero de 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) junto con la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt y permaneció casi seis años cautiva en la selva, consiguió llegar al Congreso en su segundo intento.
En las elecciones de 2010 había fracasado en su objetivo de alcanzar el Senado y esta vez consiguió un escaño en la Cámara de Representantes por el Partido Liberal, que forma parte de la coalición de Gobierno.
Rojas obtuvo 22.496 votos en la circunscripción por Bogotá, equivalentes al 1,22 % que le alcanzaron para conseguir la curul legislativa.
Agencias EFE y Reuters