La Ciudad amaneció con una invasión de estos insectos, que a pesar de no ser riesgosos para la salud generan molestias. El fenómeno había arrancado esta semana en Montevideo. Se cree que es por el clima.
Las charlas en los cafés, peluquerías y lugares de trabajo giraron todas en torno a un tema. ¿El anteproyecto de ley para reformar el Código Penal? ¿El pálido empate de la Selección Argentina y sus inacabables tambaleos defensivos? ¿El paro de los docentes? No, nada de eso. El debate porteño estuvo centrado ayer en ¡la invasión de polillas! El fenómeno tomó por sorpresa a todos y los comentarios se viralizaron en Internet y hasta llegaron a las radios y programas de TV.
Son inofensivas y no transmiten enfermedades. Sin embargo, la mayoría de los vecinos se mostraron preocupados por las prendas de vestir y hasta por los muebles de casa. Además, no son pocos los que sienten temor o asco por estos insectos. Lo cierto es que Ciudad y Provincia amanecieron con polillas por todos lados, aparentemente por condiciones climáticas puntuales (alternancia entre lluvias y temperaturas altas) aunque, según los especialistas, son un clásico de todos los veranos. Una situación similar ocurre en Montevideo, Uruguay.
“Estas polillas no representan riesgo alguno. Las que uno suele ver, que son las grandes, ni siquiera son las que comen lana o telas. Las adultas se alimentan del néctar de las flores y cuando son larvas, que salen del huevo, se alimentan de hojas de las plantas”, explicaron desde el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, ubicado en Caballito. Todos coincidieron en que no se trata de una invasión en sentido estricto.
“Las polillas no dañan la salud, no contagian ninguna enfermedad”, aclaró Esteban De Luca, del área Plagas del Gobierno porteño. Por esta época, agregó, la atención tiene que estar puesta en el dengue. Eso sí, a pesar de que no representan riesgos, muchos vecinos ya salieron a comprar naftalina o algún insecticida. Otros plantean la lucha cuerpo a cuerpo.
Fuente: La Razón