Ponzio habla de todo con Olé: su flojo 2013, el nuevo River, las chances de ser campeón y Cavenaghi. Y dice: «A veces peco por patear siempre al arco».
-¿La gente de River está muy impaciente?
-¿Por qué lo preguntás? ¿Por el festejo del gol contra Gimnasia?
-Un poco por eso, más allá de que aclaraste que se lo habías dedicado a tu esposa y a tu hija…
-El festejo fue un desahogo por haber hecho un gol y después, bueno, cada uno tiene sus sentimientos y los refleja en un grito de gol. En realidad, somos nosotros los que tenemos que ayudar desde adentro para que la gente sea paciente. Que los hinchas vean que tratamos de manejar siempre el partido.
-¿Se sacaron un peso de encima al ganar en el debut del torneo?
-Sí, es importante ganar en casa, demostrar cómo estamos y que la gente vaya creyendo en el equipo.
-¿Cuánto influyó haber ganado los superclásicos del verano?
-Ganar los clásicos jugando bien es importante porque crece la confianza. Además está la satisfacción de darle una alegría al hincha. Las pretemporadas siempre marcan una tendencia de cómo va a empezar el campeonato y por suerte a nosotros nos fue bien.
-¿Qué les dio más confianza: los resultados con Boca o el juego?
-No sé. En cuanto al juego estuvimos mejor en Córdoba. La idea es presionar, jugar y ser protagonistas.
-¿Creés que se le dio mucha manija a River?
-… Después de tres clásicos de verano, en los que un equipo ganó dos sobre tres es normal que se hable así. No sé si se exageró o no, porque la verdad está en el torneo.
-Te lo pregunto porque el Cata Díaz dijo que se le dio mucha manija a River por tres amistosos.
-Ah, bueno… De eso no tengo nada para decir. El elogio viene de parte de ustedes y de lo que siente la gente. Empatamos el primero en Mar del Plata y ganamos los otros dos. Nunca creímos que con eso ya éramos campeones.
-¿Se pueden considerar como amistosos a los River-Boca?
-Estos amistosos llevan a que la gente llene las canchas y que lo viva como un partido más contra el clásico rival. Son amistosos por el hecho de que no son por los puntos, pero a la hora de querer jugar y de querer ganar, los dos equipos buscan lo mismo.
-¿Te gusta este nuevo sistema táctico?
-Lo hemos jugado algunas veces con Ramón y también con otros entrenadores. Como yo tengo tendencia de ir para adelante, por ahí el doble cinco me beneficia, pero siempre hay que adaptarse a lo que pretende el técnico.
-¿Te gusta porque quedás más cerca del arco?
-Sí, porque al hablar con el Colo (Kranevitter) o el Lobo (Ledesma), ellos se mueven más hacia atrás y yo puedo adelantarme y ser más ofensivo.
-¿Ramón te da libertad absoluta para atacar?
-Sí, me da la libertad para subir aunque luego debo ocupar posiciones para ayudar a defender.
-¿Tenés que hablar más con este esquema? -Hablar es mi forma de ser y entiendo que tengo la responsabilidad de ordenar, como pasa con otros jugadores en otros sectores, como Barovero atrás. Es para que todos tengamos una referencia, ninguno se desordene y ocupemos posiciones. Así nos beneficiamos mutuamente.
-Terminaste el año relegado. ¿Ahora te volviste a sentir importante?
-Es verdad que no terminé jugando por distintas situaciones, pero en la pretemporada todos entramos en el mismo nivel de competencia y uno se ilusionó de nuevo con jugar. El entrenador me dio de vuelta la oportunidad y estoy tratando de ir creciendo partido a partido para estar siempre. Y el gol viene bien, es una gran satisfacción.
-¿Evaluaste por qué no terminaste jugando en el semestre anterior?
-Obviamente. Había bajado el nivel en cuanto a lo que Ramón y yo pensábamos que le podía servir al equipo. Y cuando un jugador no está en el nivel y no cumple con lo que le pide el entrenador, hay gente atrás que está pidiendo lugar. Hay que entenderlo así y estar siempre al 100%. Mi cabeza siempre estuvo en seguir trabajando para agarrar confianza y volver a estar.
-Ramón dijo que se está volviendo a ver “el Ponzio que todos queremos”. ¿El de hoy es el Ponzio que vos querés?
-Todavía me falta continuidad de partidos: eso me da ritmo de juego, me hace sentir más cómodo con la pelota y con las dificultades que se generan en un partido. Ya sabemos que a nosotros, el doble cinco de River, cualquier rival nos van a salir a marcar. Entonces, teniendo más continuidad se te va haciendo más fácil en todo sentido.
-¿De alguna manera te sentís identificado con el estilo de Kranevitter?
-Sí, sí, porque yo también empecé con el sacrificio de correr, de querer estar siempre, de no perderme ni un entrenamiento, de escuchar a los demás… Y Matías tiene bastantes cosas similares a las mías cuando me inicié. Por la edad que tiene, sin dudas que le dará muchísimo a River.
-¿Hablás mucho con él? -Sí, como con todos los chicos. Uno les pregunta por la familia, qué hacen, qué no hacen, cómo piensan… Tengo un diálogo directo con ellos.
-Más allá de ser un gladiador, como lo calificó Ramón, Kranevitter parece ser muy inteligente en lo táctico. ¿Es así?
-Sí. Como por lo físico es un todoterreno, lo hace estar siempre bien parado. Y tiene buen juego de pie.
-¿A vos qué te cambia jugar con tres puntas?
-Lo bueno es que al jugar con dos abiertos y un central siempre tenés pase hacia afuera. Hoy, en el futbol argentino, si podés ganar las bandas, armar las jugadas por un lado y terminarlas en el otro, es lo mejor que te puede pasar. Y tenemos a jugadores que vos levantás la cabeza y los tenés a tu costado, ya que por ahí el pase filtrado es mucho más difícil.
-¿Te cuesta mirar hacia un costado cuando tenés el arco enfrente? Porque te tentás con patear bastante seguido.
-Sí, a veces peco por querer patear siempre al arco. A lo mejor, un poco más de tranquilidad te puede dar la chance de tener un pase extra.
-Igual, pateando no te va tan mal: hiciste 12 goles desde afuera del área.
-Sí, bueno, se da así porque son muy pocas las veces que piso el área.
-¿El abrazo con Cavenaghi despejó todo tipo de especulaciones sobre la relación entre ustedes?
-No hay ninguna duda que despejar, las cosas están más que claras. Esto es un grupo, un equipo, todos tiramos para el mismo lado y abrazarse refleja lo que somos adentro y afuera de la cancha.
-¿Y cómo tomaste que el capitán sea Fernando?
-Desde un principio dije que no tengo ningún problema. El tiene la suficiente experiencia como para comandar un grupo y yo sigo aportando lo mío de la misma manera, como cuando lo hice en la otra etapa en la que Fernando también fue capitán.
-¿Este equipo va a volver a pelear el campeonato como en el primer semestre del año pasado?
-La experiencia y lo que vivimos el año pasado nos mostró que con regularidad y haciéndose fuerte de local al torneo lo peleás. Tenemos que jugar en todos lados igual, pero sobre todo debemos ganar en casa porque está nuestra gente y a nadie se le hace fácil jugar en el Monumental. Ese debe ser el punto de partida para pelear hasta el final…
-¿Son candidatos?
-Sí, estamos entre los candidatos.
-¿Con qué equipos creés que van a pelear?
-Hay varios equipos que van a jugar la Copa y estaba viendo eso, porque jugar la Libertadores genera un desgaste enorme por la cantidad de partidos acumulados. Igual, esos clubes tienen planteles buenos y amplios.
-¿Cuáles van a pelear?
-Seguramente Newell’s seguirá con la misma intensidad, Vélez es el de siempre, San Lorenzo tiene variantes, Boca también peleará porque es un equipo grande con obligaciones… Y Lanús también, aunque es otro que debe afrontar muchos partidos y en ese punto creo que podemos tener una ventaja.
-Newell’s incorporó a varios históricos. ¿Nunca te picó el bichito de volver adonde empezaste?
-A cualquiera le queda la sensación de volver al club en el que se inició, pero hoy me encuentro muy bien en River.
-¿Banega va a ser importante para Newell’s?
-¡Sí! Es uno de los jugadores clave que tiene el fútbol argentino y la Selección. Igual que Gago. Son jugadores diferentes que no desentonan en ningún equipo y Ever tiene esa calidad. A mí me encanta cómo juega, tiene personalidad, siempre la quiere.
-¿Seguís en contacto con Trezeguet?
-Sí, mantengo relación con David. El otro día me felicitó por el gol. No hablamos tan seguido pero tenemos contacto cuando se dan situaciones así.
Fuente: Olé