El Papa le da aliento al diálogo social, pero lejos del Vaticano

francisco
El acelerado deterioro económico que sufrió el país en las últimas semanas en medio de un cuadro social delicado y a las puertas de paritarias que acentuarán la puja distributiva, llevó a que en sectores políticos, empresarios y sindicales, y en la propia Iglesia se hablara en público y en privado de la necesidad de poner en marcha un mecanismo de concertación que evite que la situación se desmadre. Para ello, contaban con el marco del llamado al diálogo que viene haciendo el papa Francisco cada vez que recibe en el Vaticano a un dirigente argentino, temeroso de que el panorama se complique todavía más.

El Papa llegó incluso a recordar durante la visita que el ex presidente Eduardo Duhalde le realizó el mes pasado, la mesa de diálogo que tendió la Iglesia en ocasión de la crisis de 2001 y 2002.

Ahora bien: fuentes eclesiásticas dijeron a Clarín que una cosa es que el Papa llame al diálogo y otra cosa bien distinta es que convoque al Vaticano a funcionarios, empresarios y sindicales para ser una suerte de facilitador de un pacto social como se especuló este fin de semana. Todo indica que la versión partió de algo cierto: el vicepresidente de la UIA Daniel Funes de Rioja en su calidad de futuro titular de la Organización de Empleadores (parte de la OIT) proyecta ver a Francisco para reforzar la invitación que el director de la OIT le hizo al Papa para que hable en la asamblea anual de esa institución prevista para junio en Ginebra.

La OIT está muy interesada en que Jorge Bergoglio asista.

Con el fin de darle más fuerza a su petición, Funes de Rioja invitó a que lo acompañara al encuentro con Francisco al secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, en su calidad de representante de la CGT ante la OIT. Como también se hablaba de sumar a la cita al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ello llevó a que algunos leyeran equivocadamente que lo que se estaba gestando es un encuentro a favor de un pacto social. Una invitación atribuida al titular de la Pastoral Social porteña, padre Carlos Accaputo, para ver al Papa y echar allí las bases de una concertación terminó de conformar una interpretación errónea. Pero –en un país ganado por la desconfianza– no faltaron quienes consideraron que la noticia era cierta, pero que su difusión periodística –dos diarios se hicieron eco– llevó a que se desactivara todo.

En verdad, las suposiciones fueron unas cuántas. Por caso: ¿Hay quienes quieren condicionar las negociaciones paritarias poniendo al Papa en el medio? ¿Se quiere presionar a la Presidenta para que se avenga a un diálogo con todos los sectores? Ayer, un vicepresidente de la UIA, Juan Carlos Sacco, y Martínez, negaron que el Papa haya hecho la convocatoria para un pacto social. Y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, calificó la especie de “una diatriba”. Con todo, el anhelo del Papa de un diálogo en el país parece que deberá seguir esperando.
clarin.com