La tranquilidad cambiaria no alcanza como puente hasta la cosecha

soja dolar
La calma cambiaria que tuvimos estos tres últimos días, que hizo bajara el dólar oficial a 7,85 pesos y permitió que el viernes el Central recuperara para sus reservas la módica suma de 19 millones de dólares que comparados a los 2.851 millones perdidos en enero, es muy poco. Sirvió, sin embargo, para que el oficialismo y los operadores del mercado pudieran sostener que había finalizado la corrida cambiaria iniciada después de las elecciones de octubre y que se profundizó en enero, lo cual, de ser cierto, sería una muy buena noticia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los últimos ocho días hábiles el BCRA no autorizó el pago de ninguna importación, situación que no puede mantenerse en el tiempo y también está la medida que implementó Juan Carlos Fábrega de obligar a los bancos a desprenderse de 3.000 millones de dólares en cash y en bonos dolarizados que cayeron el viernes el 5% en promedio.

Exagerado optimismo

Este lunes empieza otro round con los mercados y lo único que está asegurado es que las cerealeras liquidarán 2.000 millones de dólares este mes. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que entre diciembre y enero las cerealeras liquidaron 1800 millones, Chevron 900 millones, e YPF tomó un préstamo de 500 millones, o sea en total 3200 millones de dólares. Y sólo en enero el Central perdió 2851 millones de dólares. No hay entonces ninguna seguridad de que lo que aporten las cerealeras asegure la tranquilidad cambiaria por mucho tiempo. De ahí que el gobierno le pidiera a las mineras y demás exportadores industriales que liquiden divisas. Lo único seguro hasta ahora son las aceiteras que exportan soja.

La intención del gobierno el domingo pasado es conseguir 5.000 millones de dólares del mercado financiero internacional pero a una tasa del 14%. Es imposible que ello ocurra pero podrá emitir una bono al 8% y que el gobierno lo cotice a 90 centavos de dólar, con lo cual la tasa es de 14% anual pero la gente cree que es del 8%.

La nueva YPF ya no puede tomar un préstamo de 500 millones al 8,75% como en diciembre, ya que se ha impuesto un management político en la empresa al doblegar Axel Kicillof a Miguel Galuccio y no dejarlo trasladar la totalidad de la devaluación al precio de venta de la nafta, con lo cual la intervención de economía genera que los inversores internacionales liquiden las acciones de YPF en Wall Street, de ahí que las mismas cayeran el 30% en enero pasado. El otro artilugio de Kicillof es que las provincias petroleras le vendan el crudo a las refinadoras a un dólar de $ 6,80 el barril de petróleo, lo que significa una importante pérdida para las provincias, que cobran mucho menos por las regalías, acentuando así su déficit.

Finalmente, la cosecha de maíz y soja empieza en abril y el primero está a 170 dólares la tonelada. Se pueden recaudar 2.000 millones de dólares y unas 8 toneladas de poroto de soja por un valor de 4.000 millones de dólares siempre y cuando los productores quieran liquidar con el dólar soja de 5,50 pesos, porque hay que deducir las retenciones del 35%. Pero el caudal importante de exportaciones de la soja es por el aceite de la oleaginosa y esa exportación estará lista recién para junio y meses subsiguientes. O sea, los 27.000 millones de dólares que prometieron para fin de marzo y abril son una exageración, porque la liquidación total será de 23.000 millones. Eso sí, entre abril y julio habrá que ver si los productores creen que 8 pesos es un valor de convergencia, porque la inflación desatada ya se comió la devaluación y mientras no se haga nada con el déficit fiscal el sentido común de Juan Carlos Fábrega y Galuccio no alcanza.
Guillermo Cherashny/informadorpublico.com