Los Chevrolet tuvieron retoques para potenciar el histórico duelo con Ford.
¿Será 2014 el año de los Chivos en el siempre incierto horóscopo del Turismo Carretera? Es una buena posibilidad, aunque no la única en la imprevisible categoría, teniendo en cuenta los retoques que tuvieron a los Chevrolet como principales destinatarios. El aumento en la compresión y la disminución de 20 kilos no hicieron otra cosa que darle a esa marca lo que necesitaba para retornar a la lucha por la punta, de la que estuvo ausente en la definición de 2013.
Y fundamentalmente potenciar el corazón del TC: el duelo con Ford.
Estos retoques, junto con los instrumentados para los Torino (15 kilos menos de peso mínimo), serán los primeros y últimos para esta temporada, si se cumple la loable idea de Hugo Mazzacane de retornar a un reglamento cerrado, proclamada desde antes que asumiese la presidencia de la ACTC.
Este inédito arranque en Neuquén (habrá entrenamientos a las 12.30 y primera clasificación desde las 15.10), que reemplazará el tradicional inicio en Mar de Ajó, será una buena oportunidad para ver si en la pista se confirma ese renovado potencial de los Chevrolet. Es que las tres anteriores ediciones en el autódromo sureño fueron ganadas por Ford.
Sólo un escalón del podio, el segundo en 2011, pudo rescatar Chevolet gracias a Guillermo Ortelli, el mismo que, sobre la base de su excelente y polémico fin de campeonato en 2013, renueva sus chances como nunca en los últimos tiempos.
Puede haber entonces 7° título de Guille , como también puede llegar por fin el primero de Matías Rossi o el bis de Christian Ledesma o Agustín Canapino. Todos forman la avanzada de los Chevrolet, que en una segunda línea completan Mariano Altuna (estrena equipo propio), Leonel Pernía y Sergio Alaux.
Más nutrida que ninguna será la representación de Ford.
Al frente estará el campeón Diego Aventín, que además del número 1 tendrá como novedad los colores rojo y negro en su Falcon. Son los mismos que distinguieron a su padre en sus buenos tiempos.¿Será una señal de que Diego busca igualar los dos títulos del Puma ?
Por primera vez, no habrá Ford en el poderoso Lincoln Sport Group. Espantados por los altos costos (330.000 pesos por carrera) y por algunas actitudes de sus responsables, sus pilotos se dispersaron en otros equipos. Mariano Werner retornó al propio, Juan De Benedictis recaló en el de Catalán Magni para acompañar a Juan Manuel Silva y Mauro Giallombardo se unió a Omar Martínez (¿se retirará antes de fin de año?), donde se bajó Gabriel Ponce de León, que finalmente correrá con el auto de su hermano Mariano. Otros nombres con chances de protagonismo: Moriatis, Ugalde, Savino, Gianini, Jalaf, los hermanos Bonelli y el ascendente Adrián Oubiña.
Sin tantas expectativas como el año pasado, el prestigio de Dodge tendrá como principales defensores a Jonatan Castellano, Juan Marcos Angelini, Juan Martín Trucco, Emiliano Spataro y Facundo Ardusso. Estos dos últimos integrarán un renovado Lincoln Sport Group, equipo que encarará el desafío de Dodge. Y la difícil tarea de devolverle laureles a Torino la compartirán experimentados como Norberto Fontana y Ricardo Risatti con jóvenes como Josito Di Palma y Carlos Okulovich.
Atrayente desde lo deportivo, la temporada afronta la duda económica.
La escalada de costos trepó la cotización de un auto de punta a 300.000 pesos.
Una locura que encima choca con el incierto momento del país, que complica los patrocinios. Un dato es clave: los 43 autos inscriptos para Neuquén es la menor cifra en los últimos 30 años para un arranque de TC.
Fuente: Clarín