Ayer se fueron 93 millones de dólares pero se impide pagar cualquier importación y la tasa sube al 28.5% profundizando la recesión

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Ayer el Banco Central perdió solamente 93 millones de las reservas, a diferencia de días anteriores, cuando perdía de a 200 millones de dólares por día. Sin embargo, de ningún modo puede cantar victoria en esta guerra que se desató entre el gobierno y el mercado y más si se tiene en cuenta que desde el miércoles pasado no se permite a ningún banco que pague importaciones imprescindibles para el funcionamiento de la economía. Una economía que entró en recesión el ultimo trimestre del 2013 y se profundizó con la devaluación del 30% en enero. Además, con la suba de las tasas de interés de la LEBAC a 28,5%, o sea 300 puntos básicos más, se acentuara aún más la recesión. Esto evidencia lo que anticipamos en una nota hace 20 días, donde decíamos que Capitanich y Kicillof se jugaban a que la recesión impediría la hiperinflación, aunque la suba de la tasa al 28,5% no impedirá que la inflación de este año llegue al 40% anual. Ya dio 6% en enero, seguramente el 4% en febrero y la cifra de marzo seria similar. Además, la suba de combustibles del 12%, que no será la última, fomenta el aumento de precios.

Sobran medidas sin resultados

Tampoco el gobierno tiene asegurado que la paridad de convergencia de 8 pesos que fijaron Capitanich y Kicillof pueda aguantar mucho tiempo, ya que el contado con liqui cerró ayer en el 12,50%, lo que preanuncia que el dólar blue se disparará en unas semanas más.

Con este panorama económico, al gobierno se le derretirá el poder político en cuotas altas, ya que el 75% de la población piensa que la economía vendrá mal o muy mal. Retomando nuestra nota de ayer, el poder de daño del cristinismo cada día es menor. Ayer, por ejemplo, Diego Bossio, al criticar la suba de los materiales de construcción, le cargó la culpa al híper Tehuelche, el supermercado de materiales propiedad del diputado nacional Eduardo Costa, el líder radical que ganó las elecciones de Santa Cruz en octubre del 2013 y tal vez futuro gobernador de esa provincia. Así se prestan el jefe de gabinete y al director ejecutivo de la ANSES para bajar el nivel y acusar a un opositor por los problemas causados por la suba de costos de la construcción. Ayer Capitanich dijo también que el ahorro es codicia, sin darse cuenta de que, si eso fuera así, la presidente sería la primera codiciosa, y después amenazó que a los que compren dólares les quitaría los subsidios al gas, electricidad y agua, que ya deberían haberles quitado hace tiempo para no tener que emitir más moneda.

Otro desastre que ocasionó el cristinismo es destruir por completo la reputación de la nueva YPF al no permitirle aumentar el precio de la nafta y mostrar que esa empresa se maneja políticamente y no con una gestión profesional como quería demostrar Miguel Galuccio al que finalmente Kicillof le dobló el brazo.

El gobierno sigue atacando a los productores agropecuarios con la liquidación de una soja tan inexistente como las armas de destrucción masivas de Sadam Hussein, ya que quedan 4,6 millones de toneladas de soja de las cuales 2 de ellas se usan para canjear semillas y fertilizantes. Y los 2,6 millones de toneladas restantes son un poco menos de 1.000 millones de dólares. Como conclusión, podemos decir que el gobierno toma muchas medidas pero ninguna es eficiente.
Guillermo Cherashny/informadorpublico.com