Este que transcurre debe ser uno de los mejores veranos en la vida de Reinaldo Carlos Merlo, más allá de alguna indisposición en medio de la pretemporada de Tandil. Todo arrancó en diciembre, cuando finalizó muy bien un torneo que había comenzado pésimo. La llegada de Mostaza fue vital: rescató al equipo de un abismo que parecía tener un final marcado por la palabra descenso. Llegó el merecido descanso; luego, la preparación y el primer amistoso ante Independiente. Fue alegría absoluta: goleada 3-0. Mejor, imposible. Vendría más tarde la victoria ante Newell’s para ganar la copa de verano. Jugadores que rinden al máximo, un plantel que se entrega por completo a lo que dicta el DT y que gana -y hasta por momentos juega bien- cada vez que disputa un amistoso. En eso anda Racing por estos días.
Y ayer por la mañana volvió a sonreír el técnico. Controla la alegría porque sabe que lo importante se acerca, pero está feliz Mostaza . El equipo titular jugó ante un combinado de juveniles y se impuso 3-2 con goles de Gabriel Hauche, Diego Villar y Valentín Viola. A pesar de algunos desacoples defensivos, el conjunto académico volvió a mostrar su identidad. Racing sabe a qué juega. Quizá por eso el propio técnico bajó el amistoso ante Banfield previsto para mañana: no quiere arriesgar nada porque ya no necesita ver nada. Tiene todo listo. Tal es así que hasta se animó a confirmar el equipo que jugará la primera fecha el sábado 8 ante Colón: Saja; Gómez, Ortiz, Saveljich, Cahais; Villar, Zuculini, Campi, De Paul; Hauche y Viola. Sorprende la confirmación, teniendo en cuenta que la cábala del semestre pasado fue el famoso “tengo dudas en todas las líneas”.
Además, ayer jugaron los suplentes y hubo otra buena noticia: Rentería marcó un gol. De todos modos, al colombiano lo llevarán de a poco y es probable que no esté para el debut. Igual, Mostaza no se preocupa. Claro, está feliz…
Fuente: Clarín